Capítulo 19/No es un buen hombre.
—¿Estás aquí para ayudarme a hundir esta zorra? —gruñó el director tapándose la boca con paño húmedo y echando una mirada llena de odio hacia Cataleya.
La chica observó como su abogado se quitaba el saco, lo lanzaba a un rincón de la sala antes de deshacerse de los gemelos dorados para remangarse las mangas.
Cataleya se fijó en el anillo que brillaba en su dedo, de oro con una esmeralda. Una joya que Elijah besó antes de comenzar su interrogatorio.
—Señorita Guerra, ¿sería tan amable de tomar asiento? —preguntó Elijah con un tono dulce.
Cataleya ocupó la silla que estaba al otro de la mesa en el centro de la sala, viendo como Elijah comenzaba a dar vueltas alrededor de Roosevelt que no apartaba la mirada de ella.
—Oswald, ¿podrías repetirme qué fue lo que ocurrió con la señorita Guerra en tu despacho? —empezó Elijah.
Con una sonrisa cínica, dibujada en su labio ensangrentado, Roosevelt contestó:
—Esa mujer entró en mi despacho con la intención de seducirme...
—¡Mentira! —prote