¿Qué m****a hacías aquí? ¿Qué quieres de mí? Pensé que ya te había olvidado, que ya te había superado, y ahora acabo de darme cuenta que no fue así, que me estaba mintiendo a mí misma. Dios, cada vez que se acerca yo pierdo la cordura, me pierdo en esos ojos azules como el cielo en el atardecer, en su perfume, oh Dios, su perfume; Amo su olor, ese aroma a tierra mojada después de la lluvia, y ese enorme cuerpo que promete apoyo incondicional, esos largos brazos que juran calor y contención. Cuando se acerca, dejo de ser racional; mi pulso me engaña, mi corazón me delata y mi cuerpo, mi maldito cuerpo me traiciona.
—¿Estás bien? —escucho decirle a Lucas.
—Sí —respondo, y sigo buscando, lo que sea que estemos buscando en los archivos de su padre.
—Desde que subimos, estuviste muy callada —observa, decidida a sacarme lo que sea que me esté pasando.
—No tengo ganas de hablar —aclaro directamente. Y es verdad, no quiero, ni tengo ganas de hablar, y menos de lo que pasó abajo; No quiero hablar de Alex, aunque esté tan jodida que lo pienso en todo momento.
—Me gusta —dice de repente, lo cual hace que detenga la búsqueda bruscamente. Pero rápidamente la retomo y opto por no demostrar que quizás sepa bien de lo que está hablando.
— ¿Qué es lo que te gusta? ¿Que esté callada? —inquiero, adoptando el papel de desentendida e ignorante.
-No; Ese tal Alex, me gusta —contesta, y puedo sentir su mirada clavada en mi rostro.
—¿En serio? ¿Quieres una cita? —bromeo para no salirme de mi papel. A mí también me gusta Alex. ¿No se nota? Por los Dioses del Olimpo, claro que se nota; pero solo tengo que seguir actuando como si no fuera así. Ellos, o me la dejaron pasar, o soy una excelente actriz.
—Muy chistosa; lo decía para ti. De todas formas, no es mi tipo; me gusta más como Gaby —se burla, asumiendo que no me va a sacar nada con respecto a Alex, al menos no por hoy.
—Lamento decepcionarte, pero no eres mi tipo; me gustan rubias y voluptuosas —demanda Gaby, haciendo señas de pechos grandes.
—Cualquiera es tu tipo, Gaby —replico con desdén.
—Qué puedo decir, soy una especie de proxeneta —alega el morocho destilando egocentrismo.
—Oh, Dios todopoderoso —exclamo, viendo un archivo que tenía el padre de Lucas.
—No sé si Dios, pero...
—Basta, Gaby. Mirá, Lucas —le tiendo el archivo; él lo agarra y, al darse cuenta, frunce el ceño.
— ¿Qué estaba haciendo? —cuestiona, mostrándose verdaderamente desconcertado por lo que encontramos.
—¿Por qué tu padre tiene un expediente sobre el padre de Dany? —indago por encima de su pregunta, la cual se la había hecho más para sí mismo que para los que lo rodeábamos.
-Nariz; algo no está bien, el padre de Dany está muerto —segura, posando sus ojos por unos segundos en los míos, como queriendo buscar respuestas en mí.
El padre de Dany falleció hace unos diez años, murió por un aneurisma; Fue ahí cuando Dany puso su lugar. Con dieciocho años pasó a ser el jefe más joven, y también el más temido; era más egocéntrico que su padre y con muchos menos escrúpulos, no le perdonaba nada a nadie. La mayoría no lo respetaban; Hacían lo que él ordenaba, sí, pero solo lo hacían por miedo. Todos le temían, Dany lo sabía bien y le encantaba que sea así; Juro que podía sentir el miedo en los demás. Debe ser por eso que solo durará menos de tres años en el mandato, antes que lo metieran en prisión; su codicia fue su caída libre al precipicio.
¿Estás seguro de que la muerte de tu padre fue un accidente? —pregunto con cautela.
-Si; el tipo estaba borracho, apenas se mantenía. Sé lo que estás pensando, pero dudo que sea un asesinato, el hombre estaba muy ebrio para algo así —aclara, al mismo tiempo que niega con la cabeza.
Sé que no quiere pensar que en verdad lo mataron y no fue un accidente, sería peor su sentimiento en este momento. Aunque también sé que quizás ahora lo niegue, pero en unos días, cuando esté en casa tranquilo, lo va a pensar y va a hacer lo que tiene que hacer.
—Es verdad, Li, vimos los resultados de la alcoholemia. Mirá, no lo soltaron hasta que llegamos, y olía muy mal —lo segunda Gaby.
—Bueno, pero ¿qué hacía tu papá con el expediente de Guillermo? —inquiero, realmente inquieta por esta situación; Hay algo que no va a bien, lo sé.
—Capaz lo tiene desde cuando lo investigaba, mi padre no desechaba nada —alega, y sé que no solo me quiere convencer a mí, sino que a él mismo también; Como dije anteriormente, en este momento no quiere pensar en eso.
—Creo que deberíamos ir al auto a buscar las demás cajas, y ver qué era lo que hacía tu padre aquí —sugiero y me dispongo a levantarme, pero no pude llegar muy lejos con mi decisión.
—No —me retiene Gaby—; al único lugar a donde vamos a ir es a la cama.
—Gracias por la invitación, pero los tríos no son lo mío —bromeo, tratando que aligerar la m****a que está pasando.
—No seas tonta, no haría un trío contigo, Lina —acota Gaby, mostrando unas de sus sonrisas accionadas.
—Ah, bueno; ahora me siento mejor —farfullo, un poco ofendida. Es decir, es mi amigo, no nos acostamos; pero que te digan así, tan abiertamente, que no se acostarían contigo, te deja la autoestima por el subsuelo.
—Ahora que lo pienso, no estaría mal hacer un trío contigo. ¿Qué dices, Lucas, más o menos ella entra en nuestras condiciones? —ahora lo reconsidera, y no sé por qué, pero suena peor.
—Eres un idiota; Voy a buscar las demás cajas—enuncia Lucas, sonriendo divertido.
—No, vamos a descansar; Desde que llegamos fuimos y venimos, no paramos, y mañana va a hacer otro día más intenso. Cuando lleguemos a casa revisamos todo con la atención necesaria —sugiere el morocho, mostrándose verdaderamente cansado. Todos lo estamos.
—Es la primera vez que estoy de acuerdo contigo —le hago saber al morocho, y le sonrío.
—Buenísimo. ¿Dónde empezamos? ¿En el baño o en la cama? —pregunta, frotándose las manos.
—¿De qué estás hablando? —suelto confundido. A veces dudo que sea amigo mío.
—Del trío —responde, carcajeándose al ver mi cara.
—Ignóralo, yo lo hago la mayor parte del tiempo —interviene Lucas, dedicándome una mirada cómplice.
Empezamos a guardar todos los archivos, otra vez me perdí en mis cavilaciones; solo que esta vez no se trataba de Alex, sino de Dany, de su padre y del padre de Lucas. No sé qué querrá decir, ni a dónde nos deja toda esta situación, pero estoy seguro que aquí hay más de lo que sabemos.