—¡Mi puta vida es un desastre! —grito, y justo en ese momento llegan Sole y Erik.
—Lina, por Dios, ¿qué pasó? —pregunta ella con los ojos grandes y su boca abierta, mirando todo alrededor; ya notó todo el desastre que hice.
—Cr... Creo que pa... pasó el huracán Linna por acá —balbuceo, muy ebria, arrastrando las palabras.
—¿Estás borracha? — pregunta con incredulidad.
—¡¿Quéeee?! — chillo conforme trato de acercarme a ellos, pero no lo consigo y caigo de culo al tropezar con no sé qué mierda; Creo que es el mantel de la mesa lo que está en el suelo, no sé bien, ya que hay muchas cosas por todos lados.
Ellos vienen corriendo a ayudarme a levantar.
—Lina, ¿estás bien? —Se preocupa Erik.
—Nooo, creo me lisié el coxis. ¿Eso se ópera? —lloriqueo, y Sole estalla en risas—. ¿De qué te ríes?, ahora me voy a hacer un culo nuevo, como el de las colombianas.
—Lina, ¿cuánto tomaste? —Pregunta Erik, con una mezcla de preocupación y diversión.
—No tomé nnnadaa.
—Nada pecado alcohol. A ver, Lina, va