Ese día Magnus no descansó, aunque había dicho a Sara que pronto la alcanzaría en la cama, no llegó.
Empezó a fijar estrategias, sabía que él era carne para ser devorado por tiburones, llamó a su asistente y empezaron a trazar medidas extremas.
Se dió a conocer en forma anónima su ubicación, claro sin especificar su verdadera y exacta ubicación, los almirantes mafiosos empezaron a llegar a la ciudad de Sao Paulo sin saber que este tan solo era un anzuelo para atraparlos.
El primero que llegara mofado e inflado de tanta rabia, fue El Gallo. Tenía rencillas personales hacia Magnus. Por supuesto eso ocurrió en la primera reunión en la que asistiera Magnus y lo dejara en ridículo, después lo había degradado a nada, El gallo no tenía ni voz ni voto en la organización, lo había dejado como un fantasma, después de eso se volvió loco y era causa de lástima.
Magnus no perdió tiempo, él emboscó en la primera ronda en el que el hombre llegara a tierra firme e intentara establecer en un lugar seg