Todo lo que se habló en el juicio, quedaron como si fueran palabras vacías. Aunque Balmaseda no fue preso, tenía una fuerte acusación y estaban realizando investigaciones más exhaustivas.
Al parecer con esto lo que hizo fue ganar más tiempo, uno quiera utilizar para mover muy bien sus fichas. Y todo se iba a demostrar el siguiente día.
El revuelo empezó con un titular.
“Magnate bajo sospecha: contratos irregulares y vínculos ilícitos”.
Un periódico digital de alcance nacional publicó la nota a las seis de la mañana, y antes del amanecer ya era tendencia.
Cyrus Cross leyó el encabezado desde la pantalla de su teléfono mientras el reflejo del cristal de su oficina le devolvía una mirada que apenas reconocía. Su rostro se mantenía sereno, pero sus dedos tensos sobre el escritorio delataban una furia contenida.
—Balmaseda, malnacido viejo desgraciado—susurró, apenas moviendo los labios.
Sabía que el ataque no era casual. Detrás de esa nota había una estructura: periodistas comprado