Mundo de ficçãoIniciar sessãoLa habitación todavía parecía impregnada de la voz de Balmaseda, como si sus palabras hubieran quedado flotando en el aire, contaminando cada rincón. Blair, envuelta en la sábana, no podía apartar la mirada de Cyrus, que permanecía de pie junto a la ventana, con los puños cerrados y la mirada clavada en el horizonte nocturno.
—No puedes pretender que finja que no escuché lo que dijo —rompió ella el silencio, con un temblor en la voz que era mezcla de miedo y furia—. Esos incendios… Cyrus ¡tenemos que enfrentar esto juntos! Él giró lentamente hacia ella. Sus ojos brillaban oscuros, cargados de una intensidad que le heló la sangre. Caminó despacio hasta acercarse a la cama, y con una calma peligrosa se inclinó hacia ella. —Escúchame bien, Blair. Tú no eres parte de esta guerra. Blair apretó la mandíbula, obligándose a sostenerle la mirada. —¿Y qué se supone que soy entonces? ¿Una espectadora mientras destr






