Capítulo 12.- El primer incendio entre ellos.
La madrugada se extendía lenta, atrapada entre el silencio de la clínica y el peso de lo no dicho. Blair llevaba horas en esa cama, con el brazo adolorido y la mente más agitada que nunca. No podía dejar de pensar en la forma en que Cyrus la había mirado, en el roce de su frente contra la suya, en la ternura feroz con que había sostenido su mano y las palabras que había dicho.
No debía sentirse así. No con él. No con ese hombre que representaba todo lo que ella rechazaba: arrogancia, poder, soberbia. Y, sin embargo, su cuerpo ardía como si en lugar de gasas y vendas llevara fuego bajo la piel.
—¿No duermes? —preguntó él de pronto, rompiendo el silencio.
Ella abrió los ojos y lo encontró sentado, demasiado cerca, como si hubiera estado esperándola.
—Con tanto guardián a mi lado es imposible descansar.
Curus ladeó una sonrisa.
—Soy un guardián al que no pediste, lo sé. Pero aquí estoy.
Ella bufó, intentando sonar fría.
—Siempre consigues lo que quieres, ¿verdad?
—Casi s