La doctora Evanson

Micolash:

2 semanas después…

Aun podía seguir saboreando ese pastel que Lea me obsequio. Como lo prometí lo llevé con mi familia, todos dijeron que les había encantado y mi padre estuvo muy conmovido con la acción. Solo Tanya se lo había perdido porque tenía mucho trabajo y por consecuente mi propuesta de matrimonio se vio retrasada aún mas todo este tiempo. Ambos estábamos muy ocupados, pero ya encontraría el momento.

El dibujo que la pequeña Halia me dio, lo coloque en mi locker y siempre que lo habría o cerraba se dibujaba una sonrisa en mi rostro.

Observé mi reloj y vi que eran las 7, sabía que si quería comprar un regalo para mi hermana era hora de irme. Hoy teníamos una pequeña cena por el cumpleaños de Alina y últimamente vi que estaba totalmente traumada con una película llamada PD: Te amo. Escuché que había un libro y decidí que eso iba a regalarle.

Fui a la oficina de mi padre, me despedí de él y le dije que lo vería más tarde en casa. Sabía que la librería aun estaría abierta y no tendría problemas para conseguir el regalo. Además, Tanya iba a llegar más tarde a la cena ya que tenía mucho trabajo, así que no llevaba mucha prisa.

Salí del hospital, avance unas 5 calles y al llegar a la avenida principal que me llevaría a la librería que acostumbraba ir, pude notar que estaba totalmente congestionada. Diablos.

¿Y ahora qué hago?

Saque rápidamente mi celular y le marque a Tanya.

Hola amor – dije alegre cuando escuche que contesto.

Hola Micolash. ¿Cómo estás? – dijo un poco fría.

Ehh bien. ¿Qué pasa, estas bien?

Si es solo que tengo mucho trabajo, y James me acaba de pedir que aporte más ideas para otro proyecto.

Oh lo siento.

Cariño, de hecho, estaba a punto de llamarte para decirte que no podré ir a la cena.

Eso es terrible. Casi no te he podido ver estos días. Además, es viernes.

Lo se. Pero te lo recompensare pronto. Lo prometo.

Está bien. Oye regresando al motivo de mi llamada, ¿sabes de alguna librería?, a la que voy siempre está en la avenida principal y hay mucho tráfico.

Mmm déjame ver… a si ya recordé una – me indico la dirección y sabía que sería fácil llegar allí.

Espero que encuentres el libro. Pero eso te pasa por dejarlo al ultimo minuto.

Ohh vamos amor, no me regañes. Te extraño – dije melancólico.

Yo también. Me tengo que ir James está aquí, te veré luego. Te amo.

Te amo Tanya. Adiós.

Boté mi celular en el asiento y como pude salí del tráfico para encaminarme hacia la librería. Para llegar a esta, había un poco de tráfico, pero fue lo suficiente para hacerme llegar a las 7:59 a dicho lugar. Cielos, espero que aún me atiendan.

Me estacione y me baje corriendo, pero por mi prisa, no vi un buzón y al tratar de esquivarlo me pegue con el soporte de este, me tropecé y caí.

Me levante y al hacerlo me dolió la rodilla. Demonios. Del golpe se rompió un poco mi pantalón, me raspe la rodilla y estaba sangrando un poco.

Vamos Micolash eres doctor, no seas tan llorón.

Levante la vista y justo en ese momento una señorita con lentes volteaba el letrero de la puerta de abierto a cerrado.

¡Ohh no!

Me acerqué como pude para llegar a la puerta y dije a la misma señorita mientras ella se encontraba dentro del local

Por favor señorita, abra, solo es un libro en verdad lo necesito.

Señor ya cerramos, mañana abrimos a las 10.

Por favor. Necesito comprar un regalo.

En ese momento ella volteo hacia adentro desde donde alguien le hablaba, volteo a ver me hacia mí y suspiro

Pase, mi compañera lo atenderá. Buenas noches.

Muchas gracias – dije antes de que saliera por la puerta hacia la calle.

En un momento lo atiendo – me indico una voz que supuse se encontraba detrás de unos estantes.

-Si, espero – conteste agachándome y viendo ahora que tan mal lucia mi rodilla. Pasaron unos instantes y vi la sombra sobre el piso de alguien acercándose y escuché

En que puedo servirle – alcé la mirada y en ese momento apareció la persona más inesperada.

Lea – mencione sorprendido ante la hermosa imagen de esta mujer.

Micolash – dijo sorprendida.

Vaya, que coincidencia – comente nervioso.

Si, ¿pero qué haces aquí?

Ehh, buscando un libro – dije riendo nerviosamente

Oh por supuesto, y cuál es la urgencia.

Es que es cumpleaños de mi hermana y si no le llevo un regalo me mata.

No te preocupes, y ¿Cómo has estado? – dijo acercándose a la computadora de la entrada.

Muy bien gracias.

Y dime ¿Qué es lo que buscas?

El libro se llama PD: … - ya ni siquiera no podía recordar el resto del título y entonces Lea dijo

Te amo

El oír esas palabras de sus labios me hizo sentir una reacción inimaginable. Sabía que terminaba el título del libro, pero aun así el efecto en mi fue indescriptible. La seguí mirando y de pronto reaccioné.

Si es ...ehh ese – conteste nerviosamente.

Lo tengo por aquí cerca, no tardare.

Pero que efecto tenía en mi esta mujer en verdad no lo entendía. Yo estoy enamorado de Tanya, o al menos eso creo, no debo de pensar en nadie más.

Unos segundos después apareció con el libro en sus manos.

Aquí lo tienes y es edición de pasta dura.

Perfecto, le encantara – se lo devolví para que me lo cobrara y dijo

Parece que es tu día de suerte, obtendrás un pequeño descuento de un trabajador de aquí.

Reí y dije – Muchas gracias, ahora siento que te debo más de lo que me has dado. Por cierto, mi familia amo tu pastel.

¿En serio?

Si, en especial mi madre.

Me alegro y ¿Qué hiciste con el dibujo de Halia?

Esta pegado en mi locker, cada que lo veo me alegra el día – ella se ruborizo un poco después de los cumplidos que le hice.

¿Quieres que te lo envuelva? – dijo sosteniendo el libro.

No ya es tarde, así se lo daré- dije estirando mi mano.

Nada de eso, ven a la otra mesa.

Cuál fue mi suerte, que por ir viendo hacia donde iba Lea, no vi un montón de libros en el piso y me pegue en mi raspón de la rodilla con la orilla de uno de los ellos.

Auhhhhh diablos, ¡eso dolió! – dije casi gritando.

¿Qué pasa? – pregunto alarmada.

Es que, al tratar de detener a tu amiga de cerrar, me caí, me raspe y me acabo de pegar con esto.

Lo siento estaba a punto de acomodarlos. Tengo un botiquín de primeros auxilios, iré por él.

Desapareció por unos momentos y regreso con una caja que portaba una cruz roja.

Ven siéntate en la mesa – me senté y subí mi pantalón. Ella se agacho, comenzó a limpiar la herida y lo estaba haciendo con mucho cuidado.

Mira quien es la doctora ahora – comente riendo.

Vamos, no puedes comparar 7 años de escuela de medicina con los primeros auxilios que he tenido que aprender para una niña pequeña.

Claro que no. Pero aun así eres muy buena. ¿Y dónde está Halia? – pregunte curioso.

Con mi madre. Hoy es el día que me toca cerrar, así que ella la recoge de la guardería. Cuando llego a casa ya es tarde para ella, así que solo voy a su cuarto a darle su beso de buenas noches.

Que pena que no puedas pasar mucho tiempo con ella.

Si, pero lo vale. Me esfuerzo mucho por ella para darle lo mejor que puedo – de pronto recordé que era madre soltera, y supuse que sería muy duro para ella. Pero ¿quien pudo ser tan tonto para dejar esta mujer?, pensé para mis adentros.

Además, gracias a ti, ya tuve una venta extra – dijo distrayéndome.

Solo reí y brinqué un poco cuando el alcohol dentro en la herida.

Solo resiste un poco más – termino de limpiarla y coloco una venda para que no me lastimara más los pedazos de tela que quedaban alrededor.

Listo, ya estas.

Gracias Dra. Evanson – dije sarcásticamente.

Anda, envolvamos tu regalo.

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