Valla parecía una oferta caída del cielo. Pero ahora tenía un gran problema, Micolash no quería ver ni en pintura a Riley, el dejo bastante clara su postura el día de la boda.
Ahora tenía que armarme de valor y contarle sobre la propuesta. Diablos, creo que desde que lo conozco nunca había deseado que llegara muy tarde a casa.
El resto de mi día fue la rutina diaria. Micolash llego a las 7 y cenamos todos juntos. A las 9 acosté a Halia y Micolash y yo nos sentamos a ver la tele. Yo estaba recargada sobre su hombro y lo agarraba del brazo, fue tiempo de un comercial y sabia que era hora.
¿Micolash?
¿Si?
Hoy recibí una llamada – dije temerosa.
Por que tan misteriosa, ¿quién era? – pregunto sonriente.
Me ofrecieron trabajo.
Wow, que bien. ¿En donde, con quien? – es ahora o nunca Lea.
RileyelamigodeAlice – dije de corrido casi inentendible.
No te entendí nada muñequita, ¿Quién?
Vamos Lea no seas gallina.
El amigo de Alina… Riley – él se quedo muy serio procesando lo que le había dicho. Si