Lea puso manos a la obra y lo forro con el papel que anunciaba el nombre de la librería y le coloco un gran moño rosa.

Allí tienes. Un regalo presentable – voltee para ver el reloj. Ya eran 8:20 y dije – A ella le encantara. Me dio gusto saber de ti, pero ya me tengo que ir.

Si claro. Mucho gusto en verte de nuevo.

El gusto es mío. Adiós Lea – dije extendiendo mi mano.

Adiós – dijo recibiendo mi gesto. Se acerco a la puerta y me dejo salir. Subí al auto y vi de reojo que entro de nuevo a la tienda hasta que me aleje un poco.

Conduje hasta la casa de mis padres y mi madre Abigaíl, salió a recibirme

Micolash ya era hora hijo, tardaste mucho.

Lo siento es que tuve un imprevisto – me observo y vio mi pantalón roto.

¿Te caíste? Y mira tu cabello todo desalineado.

Mama ya no soy un niño – le dije riéndome – además eso fue lo que me dejo conseguir el regalo de tu hija.

Vamos, llegaste justo a la hora de los regalos. Teníamos hambre y ya cenamos. Pero te calentare algo al terminar.

Cuando entre a la sala se encontraba mi familia y también el novio de Alina, Gaspar.

Vaya hermano, si quieres llega mañana – dijo Alina un poco molesta.

Hey cuando veas tu regalo dejaras de reprochármelo – dije dándole el regalo – anda, ábrelo.

Lo abrió con cuidado y cundo vio el nombre del libro grito – Ahhhh gracias Micolash me encanta – dijo acercándose a darme un abrazo.

De nada Alina. Feliz cumpleaños numero …

Ey ey, sabes que es de mala educación decir la edad de las personas. En especial de una mujer – mi pobre hermana ya traumada por al edad y solo tiene 26 años.

Bien, bien no lo diré.

Bueno ¿Quién sigue? – dijo alegremente.

Poco a poco los demás le entregaron sus regalos. Mis padres le regalaron un monedero electrónico para que se compara la ropa que quisiera. Amanda le dio un perfume de Channel y por último fue el turno de Gaspar. Él se paró del sillón y se paró frente a ella

Alina, tu familia te ha dado hermosos regalos y ahora es tiempo de darte el más especial de todos. Uno que quizás compartiremos juntos.

Oh dios no. No puede ser. ¡Gaspar se le va a declarar a mi hermana! Pude ver a mis padres y a Amanda un poco desprevenidos, pues sabía que no tenían idea. Pero en un segundo cambio todo pues él se arrodillo y saco una caja pequeña

Alina Hawkins, te amo y quiero pasar el resto de mi vida contigo. Me haces muy feliz y quisiera saber si me harías el honor de ser mi esposa.

La cara de Alina se llenó de lágrimas, se las quito rápidamente y menciono – si Gaspar, quiero estar contigo para siempre.

El deslizo su anillo por su dedo, se paró y se dieron un tierno beso.

Santo cielo – dijo mi madre saliendo de su trance casi separándolos de su beso para abrazarlos a ambos – mi Alina se casa. Mas te vale que cuides de mi niña, Gaspar.

Ohh mama, mi padre es el que le debería estar diciendo eso – menciono Amanda acercándose a la pareja.

Creo que ya lo dejé bastante claro, ¿no es así Gaspar?

¿Tu sabias? – pregunte cuestionando a mi padre.

Claro, el vino a hablar conmigo hace una semana. Pero me hizo prometer no decir nada.

Créanme que cuidare muy bien de ella – dijo dirigiéndose hacia todos.

Pronto todos abrazamos a la pareja y todos estaban felices. Amanda, Alina y mi madre empezaron a hablar inmediatamente de planes para la boda, el vestido, flores, invitados, etc. Mientras mi padre y yo conversábamos con Gaspar.

Vaya Jazz ahora sí que me sorprendiste.

Si, lo se Micolash, pero siento que ya estamos listos, después de todo hemos estado juntos desde la preparatoria.

Me alegro por ustedes.

¿Y que paso con Tanya, no va a venir? – menciono mi padre.

No, hable con ella antes de venir y tenia demasiado trabajo – valla por lo menos alguien tuvo la atención de preguntar por ella.

Que pena.

Bueno tengo hambre, me calentare algo rápido en la cocina – dije incorporándome.

Te ayudo hijo, no creo que tu madre tenga cabeza de darte de cenar con tantos planes de boda – dijo riéndose.

Hey no me dejen solo con las chicas – nos recrimino Gaspar.

Ohh vamos, de seguro te encantara tener una opinión acerca de las flores – dije bromeando dirigiéndome hacia la cocina.

Ya en la cocina mi padre me ayudo a calentar, comencé a tomar bocados de comida en la barra de la cocina y casualmente me pregunto

Y se puede saber que te demoro tanto. Gaspar tenia los pelos de punta de los nervios porque quería hacer esto enfrente de toda la familia.

Lo siento me demoré comprando el libro que le regale a Alina. Además no adivinaras a quien me encontré.

¿A quien?

Lea, la madre de la pequeña, la que nos dio el pastel – mi padre me dio una mirada sospechosa. Tal vez producto del entusiasmo con el que hablaba de ella.

¿Y como esta?

Muy bien, de hecho, fue muy amable. Me atendió, aunque la tienda ya estaba cerrada, me dio un descuento y además jugo a la enfermera conmigo – dije señalando mi rodilla.

Es una muchacha muy dulce – dijo mi padre cuando tomaba otro bocado.

Si, es muy especial.

¿Hijo? – voltee a verlo y asentí para que continuara mientras yo masticaba.

Aun no has propuesto nada a Tanya, ¿verdad?

No papá, no he encontrado el tiempo ni la ocasión perfecta. Pero supongo que ahora con lo de Alina debería esperar un poco más, tú sabes, para no opacar la emoción por ella.

Si creo que seria lo mas conveniente. Pero no te sientas atado por eso, has lo que consideres correcto.

Será lo mejor esperar – dije convencido.

Regresare con Gaspar – solo asentí y el salio de la cocina.

Cuando me quedé solo, comencé a pensar en Tanya. Parece que últimamente siempre ocurre algo que retrasa mis planes. Incluso, he llegado a sospechar que de algo me estoy perdiendo, pero solo dios sabrá.

¿Acaso es cosa del destino que no pudiera proponerle matrimonio?