MILA
Estoy en la parte trasera del auto, con Maximiliano. Nuestro conductor conduce en silencio, mientras nosotros nos perdemos en nuestro propio mundo. De repente, siento el clima cambiar, el orgasmo se acerca. Tiro la cabeza hacia atrás, jadeando, y siento el calor de Maximiliano en mi interior cuando me llena con su esperma.
—¿Sabes qué es lo que más me gusta de ti? —pregunta Maximiliano, su voz baja y seductora.
—¿Qué? —respondo, mi voz apenas audible, jadeando encima de el y con su polla dentro de mi.
—La forma en que te rindes a mí —dice Maximiliano, su mirada intensa y apasionada.
—Me encanta cómo me haces sentir —respondo, mi voz llena de emoción.
—¿Y cómo te hago sentir? —pregunta Maximiliano, su voz llena de curiosidad.
—Como si fuera la única mujer en el mundo —respondo, mi voz llena de sinceridad.
—Eres la única para mí —dice Maximiliano, su voz llena de pasión.
Me organizo la ropa, despues de besarlo y gracias a Dios, el auto tiene aire acondicionado.
—Mila, sabes que hay