MILA
—¿Cómo se conocieron ustedes dos?
Me mira a mí y luego a Maximiliano, y yo le digo con una sonrisa.
—Tú por qué no le cuentas, Maximiliano, cómo nos conocimos.
Maximiliano me mira entrecerrando los ojos.
—Bueno, fue una tarde lluviosa, y yo estaba saliendo del trabajo, cuando decidí entrar a un McDonald's para calentarme un poco. Y ahí estaba ella, detrás del mostrador, sonriendo como una diosa. Era mesera, y yo estaba tan cautivado por su belleza que olvidé pedir mi comida.
Me río y decido intervenir, agregando mi propia parte a la historia:
—Sí, y yo estaba tan aburrida de estar detrás del mostrador que decidí hacer un concurso para ver quién podía hacer la cara más graciosa para hacer reír a los clientes. Y él, con su cara de "perdido en la lluvia", ganó el concurso de inmediato.
Natalia se ve muy interesa.
—¿Y qué pasó después?
—Bueno, después de que ella me sirvió mi comida, decidí sentarme en la mesa más cercana para poder seguir admirando su belleza. Y ella, siendo la mese