Los días siguientes no me podía concentra bien, tampoco podía reír porque el recuerdo de Luke y su operación venían a mi mente. Mejor hubiera deseado no saber nada. Luke trataba de siempre estar animado y animarme pero en el fondo sabía que solo estaba fingiendo, estaba bien si simplemente me mostraba como se sentía en realidad. Decidí pasear a Melody por la calle en su cochecito, contándole historias de cuando yo vivía en la calle y todo lo que tenía que pasar.
Se me salían las lagrimas a cada momento en solo pensar en Luke. ¿Que posibilidades había de que fuera el mismo de siempre después de esa operación? No lo sabía.
Por la tarde dejé a Melody con Gloria mientras Luke y yo fuimos a visitar a Lupe. Estaba comiendo un poco más.
—Te veo un poco más activa —le dije.
—Si, quiero conocer a la pequeña Melody por eso ya me quiero ir a la casa —me dice.
—¿Estás segura de que no estás así por algo más? Me puedes decir lo que sea, te lo prometo —le hago saber. Tampoco le he dicho a ella