Beca sale al pasillo cuando escucha la voz de Nimue resonar como onda por las paredes.

— Está bien, solamente necesito que comprenda que debemos estar preparados para cuando surja la necesidad de sacrificarnos.

La última palabra la hace detenerse.

— ¿Sacrificarse?— Cuestiona Nadir, al mismo tiempo que caminaba en dirección a la puerta de salida.

— Si— Declara Nimue con una seguridad en los ojos que parecía tener siglos de antigüedad.— Lo más probable es que quienes estemos en ese ritual, no todos logren sobrevivir al proceso.

Beca comienza a correr desesperada por pasillos que desconoce.

— No, no puede ser, otra vez. ¿Por qué eso me persigue? ¿Por qué mi pasado regresa? Simplemente quiero ser normal. Simplemente quiero ser feliz. Es lo único que necesito.

La respiración de ella se agitaba, sus latidos se hacían más acelerados y se da cuenta que se ha perdido hasta que se encuentra con unos pasillos con cristales que daban directamente a decenas de dragones, enormes dragones de disti