Mundo ficciónIniciar sesiónALIS SOL:
Mi padre, el rey, mandó apresar a todos los brujos y le pidió a la bruja Ambrosía que se quedara ocupando su puesto. Los brujos trataron de escapar, pero de pronto, la bruja, que se encontraba al lado de uno de los gatos que yo cargaba, sintió una poderosa energía que venía de ellos y la hizo levantar su bastón y lanzar una descarga que los paralizó.
La bruja miró asombrada su mano, luego al gato, que cerró los ojos y maulló inocentemente. Los habitantes la miraron con una mezcla de asombro, respeto y miedo. Pero siguieron gritando "¡viva su princesa!".Al llegar al palacio, mis padres, los reyes, continuaron haciéndome preguntas a las que no fallé en responder, para satisfacción de ellos. Al preguntarme por los gatos, les dije que había sido un regalo del dios del fuego. Luego, me retiré a mis aposentos, donde ya el hijo del brujo ma






