Era sábado, y no pensaba levantarme de la cama, esta semana había sido muy complicada así que me merecía dormir todo el día.
— ¡Mariano levántate ya es tarde! — Me di la vuelta en la cama y me tape la cabeza con una almohada, si la ignoraba ella dejara de llamarme.
— Mariano Lombardo —
Yo seguí en mi posición, hoy nadie me iba a sacar de la cama.
— Ok! tu lo pediste — El colchón de la cama se hundió a mi lado, pero yo seguí sin moverme.
Karina cayó sobre mi pesadamente, sacando el aire que yo tenia en los pulmones. ¡Está mujer estaba loca!
— Levántate o volveré a lanzarme sobre ti —
Me quite la almohada y la mire feo.
— Cuando me digas infantil, te pido de favor que recuerdes esto que acabas de hacer —
Ella se rió, y se bajó de la cama.
— ¡levántate! Quiero que compres unas cosas en el supermercado —
Me levanté de mala gana y camine al closet, saque un suéter blanco y unos pantalones deportivos.
— ¿No te vas a bañar? — Me preguntó karina viendo cómo me ponía unas zapatillas.
— El clim