45 Fin.
UNA SEMANA DESPUÉS.
Le tenía una enorme sorpresa a Karina, estaba más que seguro que le iba a encantar, así que prepare un pequeño viaje para ambos.
— Bebé rápido, ya los perros están desesperados — Ella salió del apartamento y me miró mal.
— Estaba haciendo del baño, ¿o querías que lo hiciera en tu coche? — Desde que Karina está embarazada, su lugar favorito es el baño, y no para vomitar, ella solo va y hace pis y sale con cara de satisfacción.
— ¿A dónde vamos? — Me preguntó acercándose a mi.
— Es una sorpresa — Ella me miró de arriba a bajo.
— Tus sorpresas me dan miedo —
¡En que mal concepto me tenía está mujer por Dios!
— ¿y cuando vamos a regalar a los perros? Una vecina quiere uno — Yo mire a mis pequeños he indefensos bebés y descarte la idea de regalarlos, al fin y al cabo yo era el que los estaba manteniendo.
— Mejor entra al ascensor — Le dije con impaciencia.
— Ok! pero después no te estés quejando de ellos, por qué te juro que los regalo sin tu consentimiento —
Entramos a