Capítulo 66. Aléjalos de mí
Mario miró su teléfono y no lo podía creer, ya que hacía bastante tiempo que Felipe no lo invitaba a nada. Por eso le preguntó:
—¿Y a quién le debo el milagro de que me invites a salir?
Felipe solo dijo:
—Si no quieres ir, está bien. Iremos solo Santiago y yo.
Mario respondió de inmediato:
—¡No! Solo te estaba reprochando por tu abandono hacia mí. —Luego preguntó—: ¿Y a dónde iríamos?
A lo que Felipe le dijo:
—Nos vemos en el mismo bar de siempre.
—Está bien —respondió Mario, y colgaron.
Inmediatamente después de colgar con Mario, Felipe llamó a su otro amigo, Santiago. Este le contestó de inmediato, pero aún se notaba desanimado por lo que le había contado su hermana, algo que todavía no podía asimilar.
Felipe notó de inmediato el estado de ánimo de su amigo y le preguntó:
—¿Qué te pasa?
Santiago, que no sabía cómo comenzar a contarle a Felipe, dijo:
—¿Por qué no nos vemos mejor y te cuento lo que me está pasando?
Felipe, que lo había llamado precisamente para lo mismo, aceptó de inm