Priscila es una médica de treinta años, la cual piensa que es una humana común y corriente, nunca se imagina que detrás de su familia se esconde un secreto que ha pasado de generación en generación y ella hace parte de ese gran secreto., ya que ella en realidad no es una humana como ella cree, sino más bien hace parte de una raza muy poderosa que todos piensa que ya no existe sobre la tierra.
Leer másPriscila ya llevaba más de un año trabajando en un hospital público, aunque a lo primero su abuela se opuso a que ella trabajara en aquel lugar.
Porque según su familia, aquel hospital estaba en una zona muy peligrosa de la ciudad y casi todas las personas que acudían allí, eran delincuentes, pero eso a ella no le importaba, ya que lo único que quería era ayudar a las personas que buscaban ayuda médica en aquel sitio.
Ella sabía muy bien que esa zona era muy peligrosa y que había mucha delincuencia, sin embargo, sabía también que allí había mucha gente buena que necesitaban una buena atención médica.
Además, lo hacía porque le gustaba ayudar a los necesitados, por ese motivo escogió esa carrera y en ese lugar donde estaba trabajando era el sitio perfecto para poder ayudar a más personas de bajos recursos.
Por otro lado, no creía que las personas involucradas en su conflicto armado le hicieran algún daño, a personas como ella, que solo estaban buscando mejorar la salud de sus habitantes.
Y aparte de ella había otros médicos que fueron lo suficientemente valientes para aceptar trabajar en aquel sitio y ya llevaban mucho tiempo y no les había pasado nada aún, así que ella no iba a ser la más de mala.
Ella no había conseguido trabajo allí por el salario, ya que su familia le proveía todo lo que necesitaba y lo único que sinceramente quería era ayudar a la gente de esa zona que en verdad necesitaba atención médica especializada y con suma urgencia.
Sin saber que esa terquedad de trabajar y ayudar a esa comunidad la llevaría a pasar uno de sus peores momentos, puesto que desde el mismo momento que se dieron cuenta del apellido de la doctora que atendió a tres delincuentes con heridas de bala, ya estos le habían echado el ojo por sus apellidos.
Luego de haber sido dados de alta, buscaron información sobre el parentesco que tenía esa médica que les había salvado la vida, con la familia Robles de la ciudad.
Ya que esta familia era muy reconocida por esos lugares, y dándose cuenta luego de que ella era una de los herederos de esta poderosa familia.
Priscila, solo iba a ese hospital desde las siete de la mañana, hasta la cinco de la tarde y no se podía quedar más tiempo, aunque lo quisiera, porque su familia esta fue la única condición que le habían puesto para dejarla trabajar en aquel sitio.
Ya que tenía que estar a las siete en punto en la casa, porque era la hora que se servía la cena y debía de estar presente igual que el resto de la familia.
Sin embargo, ese día no pudo cumplir con aquella promesa hecha a su abuela, pues antes de salir llegó un chico de solo quince años con una herida de bala y necesitaba intervención quirúrgica urgente y ella era la única que estaba sin paciente en ese instante, ya que era su hora de salida.
Así que dejó su bolso a un lado y se dirigió a la sala de cirugía. Tres horas duró esta intervención. Y apenas salió de aquella cirugía, miró su reloj y se asustó mucho por la hora que eran, así que lo primero que hizo fue llamar a su madre para decirle que no se preocupara que ya iba en camino, solo que tuvo un paciente de último minuto.
Sin saber que ya los delincuentes del barrio tenían un plan para secuestrarla y pedir dinero por su rescate a su familia.
A las ocho y media de la noche, Priscila salió de cirugía y se dirigió a su coche sin siquiera bañarse y cambiarse el uniforme. Ya que se le hizo muy tarde para llegar a su casa y aunque ella era mayor de edad, respetaba mucho las órdenes de su familia y no solo era ella, sino que todos sus hermanos eran iguales.
Pero no se había montado a su carro cuando dos tipos le cerraron el camino y cada uno llevaba consigo una pistola, haciéndola retroceder del miedo.
Igual no tuvo mucho tiempo para pensar que era lo que estaba pasando, porque en un instante le taparon su cabeza con una capucha y al otro la arrastraron y la subieron en una camioneta, amarrándola de pie y manos y para que no gritara le pusieron cinta en la boca.
Sinceramente, Priscila en ese momento sentía mucho miedo, ya que no sabían que querían aquellos tipos de ella y tampoco para dónde la llevaban, puesto que tenían varias horas que el vehículo iba en movimiento y nada que se detenían en ninguna parte.
Solo se imaginaba que lo que iban a hacer con ella, no era nada bueno, pues solo escuchaba que hablaban entre ellos, sobre que le iban a hacer y lo que más nerviosa la puso fue cuando uno dijo que antes de entregarla a sus familiares se iban a divertir con ella un buen rato.
En ese instante ella pensó en lo peor, pues de seguro le iban a pedir dinero a su familia por su liberación, pero eso no era lo que la inquietaba, por el hecho de que sabía que su familia pagaría todo lo que esta gente pidieran por su rescate.
Lo que en realidad la asustaba era lo que acababa de escuchar, ya que lo más seguro era que la violaran y como podía vivir con ese trauma en su vida y menos siendo virgen a su edad, ahora se estaba arrepintiendo no haber tenido relaciones sexuales con ninguno de sus novios anteriores.
En ese momento ya estaba muy arrepentida de no haberle hecho caso a su familia cuando le habían dicho que buscara cualquier otro lugar para trabajar o a su vez le montaban una clínica, para que ella hiciera lo que quisiera, pero que no fuera a meterse a ese barrio tan peligroso y olvidado por todos.
Sin embargo, en ese mismo instante que le llego ese pensamiento lo desecho, ya que se dijo que los buenos eran más y si todas las personas con ganas de ayudar a la gente que en verdad lo necesitara se arrepintiera por algún tropiezo de seguro que con el tiempo no quedaría nadie que quisiera ayudar a los demás.
Ya que los políticos de esa ciudad solo iban a aquel sitio, solo cuando estaban buscando los votos, pero después de que ganaban se olvidaban de estas personas que en realidad necesitaban mucha ayuda del gobierno o de cualquier persona que quisiera ayudar de corazón para que tuvieran una mejor vida.
Pensando en esto, se dijo que, si lograba salir con bien de aquella situación, iba a buscar un hombre con cara de malo y a su vez musculoso, para que figurara como su novio o prometido, y así no hubiera nadie quien se metiera con ella, así como sucedía en las películas.
Priscila comenzó a decirle: Lo único que recuerdo es como aquellos demonios te cogían y te pateaban de un lado a otro, ni siquiera recuerdo cómo terminé aquí. Al recordar esta parte, de inmediato, preguntó: ¿estás bien?, con una preocupación inminente en su mirada.Marcos se dio cuenta que ella había olvidado todo, así mismo como la vez en la sierra Morena, por eso solo le dijo: "Estoy bien y todo es gracias a ti".Luego le dijo, "Ya viste tu barriguita, te ves tan hermosa de este modo que me dan ganas de embarazarte todo un tiempo".Priscila, al tocarse su vientre, se dio cuenta que estaba barrigona, como era que estaba embarazada y por qué su barriga era tan grande, cuánto tiempo había dormido. Todas estas preguntas salieron de sus labios una por una.Y a Marcos no le quedó de otra que responder a cada una de ellas, con mucha paciencia, para terminar, diciendo: sabes, ya está todo listo para nuestra boda mañana.Priscila, al escuchar estas palabras, se sentó de inmediato, y pregunto
Marcos al pensar en esto, se asustó un poco, luego recordó que Abril, podía ayudarla y e inmediatamente la llamó para que la revisara a ver si no tenía algún daño que no le permitiera despertar, ya que sabía que muerta, no estaba de lo contrario ya lo había sentido y ella seguía con vida que era lo importante.Abril corrió hasta donde ellos estaban, y al revisar a Priscila, lo único que le pudo decir era que parecía que estaba durmiendo plácidamente, ya que su respiración era estable, pero para estar seguro tenían que llevarla a la clínica y así un médico la comprobaría y le daría un reporte más acertado que ella, pues la verdad no era médica, solo que sus sentidos eran más agudos que de cualquier ser.Brando, por su parte, que se había encargado de la zona sur, sabía que ahora él tenía que hacerse cargo de todo, ya que, así como estaba Priscila Marcos no tendría cabeza para pensar en nada más y tenía que empezar a acomodar las cosas y hacer limpieza.Así que tomó el mando y comenzó a
Marcos, después de estar pensando buscando una salida e ir a salvar a su amada y no encontrar nada, comenzó a decir: "No te puedo fallar en esto", tengo que buscar la forma de llegar a ti como de lugar y ayudarte e inmediatamente empezó a recordar todo lo que había vivido junto a Priscila.Luego recordó su embarazo, además de que ni siquiera había tenido tiempo de decirle que estaba esperando a sus primeros cachorros, ella lo había salvado y él no podía ni siquiera buscar el camino para llegar hasta donde estaba ella esperándolo.En aquel momento que estaba pensando en todo lo que no le había dicho, como por ejemplo que en realidad ella era su compañera destinada, además que la amó desde el primer momento en que la conoció, sintió un dolor espantoso recorrer todo su cuerpo. Así que trató de abrir sus ojos y todo lo que veía era un resplandor de una luz blanca y brillante que cada vez era más fuerte.De inmediato pensó que esto estaba mal y su Priscila no podría estar dentro de aquella
Aquella luz era tan potente que los que miraban terminaban perdiendo la visión momentáneamente. Abril, al ver esto gritó a todo pulmón, cierren sus ojos y no abran al menos que quieran ser cegados por aquella luz.Luego se acercaba a Marcos pasando trabajos, pues su sobrina estaba evitando que se le acercará y ella necesitaba llegar a Marcos para despertarlo y sacará a Priscila de aquel estado en el que se encontraba.Puesto que ya había terminado con todo lo que había delante de ella; sin embargo, de ella seguía saliendo ondas con fuerzas junto a esa luz cegadora, su madre le había dicho que Marcos era la clave para todo esto de lo contrario Perderían a Priscila, pues ahora mismo no podía ver a Priscila, sólo se veía una luz brillante y nada más. Y cada vez que pasaba el tiempo, aquella luz se ponía más y más grande, a este paso, nadie saldría con vida de aquí.Endry al ver lo que estaba pasando, quería tratar de ayudar a aquella mujer, así que la empujó con toda su fuerza, ayudándol
Germán, al escuchar la pregunta de su sobrino, solo se reía, mientras decía: si mis padres me hubieran escogido a mí como el siguiente sucesor de la manada, en vez de mi hermano esto no estaría sucediendo.Luego, dijo: "Creo que nada te sirvió leer los pensamientos de los demás, si en este momento, yo soy el más poderoso, dado que me hice a mi propio ejército, lo que ni siquiera mi abuelo ni tu padre fueron capaces de hacer. Cuando le dije acerca de la idea, lo que me dijeron fue que, por mi corazón tan codicioso, no había nacido con la capacidad para ser el Alpha de la manada.Ahora me gustaría que mi querido padre y mi abuelo me vieran, como muy pronto me adueñare de esta manada y no solo de esta manada, sino del mundo entero. Sobrino, más bien deberías de rendirte y no pelear conmigo, Como ves, todo mi ejército sigue intacto y sin un rasguño y solo es que mires a tus pies y veas cuantos de tus lobos han muerto por pelear una batalla que desde el principio ya sabíamos quién sería e
Endry apenas estaba al lado de aquella mujer, estuvo a punto de quitarle a Priscila de sus manos, cuando escuchó que ella le decía no tan rápido vampiro.Él de inmediato se preguntaba cómo ella supo que era un vampiro, si no había mostrado ninguna señal para que ella supiese esto.Priscila interrumpió sus pensamientos, cuando un poco nerviosa le preguntó: ¿Te encuentras bien?, ¿Necesitas algún cuidado médico?Endry quitó su mirada a aquella mujer y comenzó a mirar a Priscila que, a pesar de estar muy nerviosa, estaba activa por si necesitaran de sus cuidados médicos, así que él de inmediato le dijo, No, solo necesito un poco de sangre para recuperarme más rápido.Y al ver como Priscila le extendía su brazo, le dijo: "No puedo beber ni un poco de ti, ya que no quiero morir tan rápido, pues sabía que si Marcos se enterase de esto de seguro sería carne de cañón en manos de aquel Alpha, con solo pensarlo, meneaba su cabeza varias veces en forma de negación.Al hacer este movimiento, escuc
Último capítulo