De nada sirvió que Alexander fuera a ver a la familia de Sam, no le dieron la información que deseaba.
Si no fuese que ahora él estaba debilitado por haber forzado el celo de Sam, habría obligado a Eva que le dijera dónde estaba.
Mierda,mierda,mierda.
Alexander golpeaba el volante del coche, maldiciendo todo lo que le estaba pasando.
No entendía nada, y se preguntaba.
Porqué le hacían esto?
Acaso Sam ya no le amaba?
Aunque él sabía que no era el hombre perfecto, le seguía amando con locura.
Cuando intentaba ser gentil y dulce con Sam hacía cosas que le sacaban de quicio, no podía estar tranquilo cuando sabía que alguien más quería tomar algo que era suyo.
Joder!