Dominic no tuvo más remedio que ceder ante las peticiones de su padre. Kei estaba de por medio, y ya le había prometido que haría cambios. Ahora le cumplía, además que él también quería ser parte de esta etapa del embarazo.

Al día siguiente después de comer, el CEO tomó su maletín y se despidió de su esposa.

— Donovan Lombardi, ¿A dónde vas? Pareciera que vas a trabajar. Mírate, vestido de traje y con tu portafolios.

— Eso es por qué voy a ir a la compañía, volveré al trabajo por un tiempo. Espero que no te moleste querida.

— Pero... Si tú estás retirado. Ahora son nuestros hijos los que están a cargo de la compañía, ¿De que se trata ésto? ¿Estás tratando de buscar un pretexto para salir de casa y verte con una mujer?

La bella Adriana estaba celosa, su marido era muy apuesto, era elegante, inteligente, sabía que no faltaría quien quisiera arrebatárselo.

— ¿Pero de dónde sacas tal cosa? Sabes muy bien que solamente te amo a ti, jamás te engañaría. Me ofende que pienses