Te formaré al bebé poco a poco, Señora Lombardi.
A Ares Valentain no le gustaba nada que Dominic hubiera hecho esa jugada para asegurarse de que Kei se quedará con él, ahora tenía que ver a la chica que le gustaba dándose el beso de esposos que todos aplaudían.
— Cálmate Ares, no vayas a hacer una tontería aquí, recuerda lo que sucedió en la boda de Rafael.
El CEO Mendoza se encontraba confirmando a su bella esposa Emma, ella estaba sentimental y lloraba conmovida por el amor de Kei y de Dominic.
El CEO sacó su pañuelo para secarle las lágrimas.
— Emma, cariño estás demasiado sensible. Te traeré un poco de agua, espérame aquí un momento.
En ese momento Doménico se acercó a la hermosa pelirroja.
— Emma, ¿Por qué estás llorando? Si Rafael no se está portando bien contigo debes decirme. ¿Te gritó?
— ¿Qué...? No, no, Doménico, no es así, es solo que la boda me conmovió mucho, el embarazo me tiene las hormonas revolucionadas.
—Menos mal que es solo eso, mírate, ya se te nota más el embarazo. ¿Puedo tocar tu vientre.