La.emovion en el médico era evidente, seguía moviendo el aparato de un lado a otro, moviendo botones y tomando fotos. — Escuchen... ¡Ese es el latido de sus corazones! Emma no lo podía creer, estaba esperando dos bebés, la futura madre estaba tan impresionada que apenas podía hablar. — ¡Dios mío... Son dos! ¿Escuchaste Rafael? ¡Son dos los hijos que vamos a tener! ¿No es eso increíble? — ¡Por supuesto que si... es increíble, cariño... Yo... Estoy impresionado! Jamás imaginé que... Un golpe seco se escuchó en el piso, el imponente hombre se acababa de desmayar, ese aterrador CEO que no le temía a nada en la vida, no soportó enterarse de que sería padre de gemelos. — ¡Rafael... Rafael...! ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? — Señorita De León, el CEO se desmayó, lo atenderemos de inmediato. ¡Enfermeros, levanten al CEO Mendoza y acuéstenlo en esa camilla, apresurense! — ¡Voy a bajarme, tengo que ver cómo está él! — Los bebés están perfectos, el embarazo va viento en pop
Donovan Montana ya quería poder formar una familia y tener a sus herederos con la mujer que amaba. No era un hombre de perder tiempo, pero la joven Ivanov no era nada facil de conquistar, mucho menos por qué no era como la dulce Kei, Serena tenía el carácter malhumorado de su padre, era exigente, independiente. Y además estaba enfocada en su carrera. — ¿Tú crees que estoy pintado? Todavía no cantes victoria, los besos que nos hemos dado han sido apasionados, ella siente algo por mi aunque no lo haya querido aceptar todavía. — ¡¿Lombardi, te has atrevido a besar a mi hermana?! ¿Qué tipo de amigo le hace eso a un mejor amigo? ¡Te voy a patear el culo apenas te vea! — Déjame hacerlo a mi, Alexander, este idiota no va a andar por ahí diciendo a los cuatro vientos que besó a mi futura esposa. Le voy a romper la cara para que así esa sonrisa de seductor que se carga, se le borre de una vez por todas. — Cuando quieras Montana, no te tengo miedo, no me vas a asustar, y no me voy a
El CEO no vió venir esa respuesta, nunca pensó en sus cuñados para que fueran los padrinos de sus hijos. — Querida, ellos dos ya son sus tíos, de preferencia deben ser dos personas cercanas que sepas que van a estar en la vida de nuestros hijos para apoyarlos y guiarlos en nuestra ausencia. — Oh... Entonces... Doménico y Dominic Lombardi, ellos son mis amigos. los aprecio mucho, se que serían muy buenos padrinos. — No, ellos no, me agradan pero no tanto. — Rafael no iba a decirle que su amigo había estado enamorado de ella. — Me agrada Alexander Ivanov y Rober Rossi. Ellos son los CEOS más cercanos a mi, en los que más confío. — ¿Quieres decir que no confías en los demás CEOS, los Montana, los Valentain, los De Luca, los Lombardi? — No dije eso, solo dije que Alexander y Roby son más cercanos a mí, porque no hacemos algo, yo elijo a los padrinos y tú eliges a las madrinas. — Eso me parece... Genial, así será todo de manera justa. El CEO acariciaba el vientre de su m
Emma bajó en ropa deportiva y tenis, se ató el cabello en una coleta, su maquillaje era natural, se veía muy linda. El CEO solo la miró y le extendió la mano y cuando ella se la dió él la besó. — vamos cariño, salgamos de aquí. — ¿Tú vas a conducir? — Por supuesto, dije que yo te llevaría a recorrer la ciudad. La pelirroja sonrió y se le pegó tomándolo del brazo, Rafael sintió su calidez y le dió un beso en la coronilla. El coche de lujo recorría la ciudad, las enguantadas manos de Rafael tomaban con seguridad el volante. Emma amaba verlo tan concentrado, ese hombre era tan atractivo, misterioso, elegante. No podía evitar amarlo aunque lo deseara. — ¿Puedo obsequiarte una foto mía para que la veas todo el tiempo. — Interrumpió el CEO, sorprendiendo a la pelirroja. — No seas engreído, solo estaba viendo tu lado de la calle. — Emma se alejó y se recargó en la puerta. — Ven aquí, ¿Por qué te quitaste? — Aquí estoy bien. — Emma no era sencilla de lidiar. Rafae
La bella Kei estaba saliendo de la escuela. Maurice la alcanzó para saludarla, ellos caminaban por el camino que llevaba hacia la salida del campus. Cuando de pronto vieron a un entrajado hombre recargado en su auto de lujo. Hola princesa, supuse que estarías por salir de clases, vamos, te invito a comer a tu restaurante favorito. — Dominic, ¿Qué haces aquí? Papá me ha pedido que no te vea más hasta que tú padre le dé una respuesta a su propuesta, lo siento pero no voy a llevarle la contraria a mi padre. Después de la enorme regañada que nos puso a mi y a Serena, no quiero hacerlo enfadar. — ¿Y quién le va a decir? ¿Tú? — Si te llevas a Kei, yo mismo iré a contarle al señor Ivanov que viniste a sonsacarla. — Advirtió Maurice. — Hazlo y te rompo tu madre, además, ¿Tú por qué te le estás acercando a Kei? Se supone que todos lo tenemos prohibido. — Yo no tengo prohibido nada. El señor Sergey a mi no me dijo que no podía seguir siendo amigo de su hija. Dominic lo pens
La mirada azul de Alexander, penetrante e intimidante estaba fija sobre el tipejo ese que estaba lastimando a la bella chica de ojos marrones claros. La joven tenía lágrimas en su blanco rostro, se podía notar por la expresión de su mirada que estaba asustada. — Tú no tienes por qué meterte, esta chica está saliendo conmigo. Solamente estamos teniendo una discusión. — No, no es verdad, no salgo con él, me invitó a comer y yo acepté por qué no sabía la clase de tipo que era, me quiere obligar a que sea su novia, ayudame por favor Alexander. Obviamente que la linda señorita Lombardi, conocía al gemelo Ivanov aunque hacia tiempo que no lo veía. — No te preocupes Isadora, déjamelo a mí, yo lo voy a solucionar, todo va a estar bien. — El CEO ruso sacó su celular e hico una llamada a los gemelos Lombardi. — ¿Qué sucede Alexander? — Me acabo de encontrar con un tipejo que está maltratando a su hermana Isadora, aunque no los necesito para partirle la cara, estoy tan furios
Los gemelos Lombardi, feroces e implacables como eran, dejaron tirados a los guardaespaldas, a Fabricio se lo llevarían con él a unas bodegas, esto lo tenía que saber su padre. Y tomar una decisión como familia. — Adam, investigame todo con respecto a un bastardo, su nombre es... ¡¿Cómo te llamas basura?! — Dominic preguntaba. — No te voy a decir mi nombre, lo que si te diré es que mi padre es muy poderoso y no hay manera de que me hagas nada, ni siquiera la policía puede arrestarme. — Fabricio sonrió con burla. — Se llama Fabricio Olmos. Ese es su nombre, — Dijo Isadora. — Se llama Fabricio Olmos, es para ayer Adam, te llamo en un rato. Tú nos vas a acompañar Fabricito. Tenemos mucho de que hablar en privado. — Ja, eso no va a suceder, yo no voy a ninguna parte contigo. — Es que verás, no te lo estoy preguntando. Vas a venir con nosotros a dar una vueltecita.— Y a ustedes que les importa está mujer, les pagaré para que me dejen en paz, ¿Cuánto quieren? ¡Solo pídanlo y largu
La bella y elegante Adriana de Lombardi recibió a su hija con alegría de verla sana y salva. La madre no pudo evitar derramar lágrimas de preocupación por su hija menor. Además la madre estaba presente cuando su marido recibió la llamada de sus hijos, y le contaron lo que había sucedido. La Señora Lombardi pocas veces había visto tan furioso a su esposo, él dijo que saldría de casa para arreglar ese asunto, conociéndolo jamás dejaría pasar semejante acción. — Trillizo Ivanov, que gusto que nos acompañes. ¿Te ofrezco algo de tomar, algún aperitivo? — La amable Adriana de Lombardi no distinguía quien era quien de los CEOS Ivanov. — Es Alexander, mamá, ahora CEO de la compañía Ivanov. — Oh, lo siento mucho, es que son tan parecidos que no puedo diferenciarlos. — No hay cuidado, mis hermanos y yo somos casi idénticos, es normal que no nos puedan distinguir. — Que problema para las novias que tengan, puede que terminen besando a otro de ustedes por la confusión. Ahhh... Iré