La señora De Luca, saca el carácter.
El abogado estaba en serios problemas, él nunca le contó su pasado a su bella esposa. Ahora ella estaba muy molesta. Esa noche sin duda no le permitirían dormir en la cama.
— ¡Genial, ya me vinieron a arruinar la vida por partida doble! No tengo nada que esconderle a Fiorela, desde que estamos casados he sido un excelente esposo. !Y con lo que se refiere a Fernanda, jovencita, no vas a salir con un trillizo Ivanov!
— Pero papá, yo quiero salir con Alexandro. El trillizo me gusta, me gusta mucho. Y creo que yo también le gusto a él, ¿Cierto Alexandro?
— Por supuesto, es por eso que estoy aquí, vine a hablar con el tío para que nos dé su permiso para salir, y para decirle que yo fuí tu cita, y traje a papá para que lo calme un poco.
— ¡¿Qué me calme?! ¡Tú si que eres bastante osado Alexandro. Llevaste a una cita a mi hija, la regresaste a casa ebria, y además la besaste, nadie en su sano juicio confiaría en ti!
— Tío, te prometo que seré un caballero, que trataré bien. Fer