La visita a la mansión De Luca.
En la mansión De Luca, el abogado Adriano se había instalado en la sala de estar a tomar café, desde ahí estaría pendiente de todo.
Fernanda bajaba de su habitación vestida en un lindo vestido corto de falda amplia color rosa fiusha, zapatillas y de arreglo en su cabello suelto, un par de broches pequeños de diamantes.
— Hola papá, que extraño que estés en la sala de estar, ¿No vas a subir a tu habitación?
— Ya le he dicho que venga, pero por alguna razón se niega. — La bella Fiorela también bajó las escaleras. Ella venía a buscar a su esposo.
— Todavía tengo unos asuntos pendientes aquí, apenas los termine podré subir contigo, querida.
— Bueno... Yo tengo una invitación a una cena está noche.
— Oh cariño, luces bellísima. Estoy segura de que ese chico quien quiera que sea, se va a perder de amor por ti. — Fiorela animaba a su hija.
— Gracias mamá, espero que si, él es un chico muy atractivo, no se le dificulta para nada tener a su lado a chicas muy bellas, enton