Capítulo 87. Un campo de pólvora.
Capítulo 87. Un campo de pólvora.
Amy Espinoza
No me había dado cuenta de que Maximiliano me había seguido hasta que sentí su mano sosteniendo mi brazo, pero mi enojo era demasiado, me sacudí tratando de liberarme.
—¡No! —la palabra me salió como un latigazo, ronca, desgarrada—. ¡Suéltame!
Él intentó hablar, pero yo ya me había zafado de su brazo. Me giré de golpe, esquivando sus manos que intentaban retenerme, y sentí la seda de mi vestido rozar el mármol.
—¡Amy, espera! —la voz de Max me siguió, grave y densa como un trueno que no alcanza a estallar.
No esperé.
Necesitaba aire.
Necesitaba poner distancia entre los dos.
Necesitaba que el mundo dejara de girar.
Salí corriendo de allí, sentí las miradas clavarse en mi espalda, cuchicheos que se levantaban como un oleaje. El taconeo de mis pasos en el mármol sonaba demasiado fuerte, cada golpe un latido de rabia y traición.
Atravesé un arco de columnas y salí a un corredor más estrecho, donde el aire olía a madera encerada y a flores m