Últimamente he tenido mucho trabajo, pequeños inconvenientes que deben ser atendidos por mí —responde con seguridad—. Lo importante es que estoy aquí, hice el esfuerzo de venir en su día especial, señor Cooper.
—Mi esposo tiene razón —Alice refuerza la explicación de su esposo—. Es un hombre con tantas ocupaciones, pero afortunadamente ha venido —lo voltea a mirar y él a ella, pero Alice no fue capaz de sostenerle la mirada.
—Señora Cooper, mi detalle no tarda en llegar.
—¡Ay, querido, no te hubieras molestado! —La señora Cooper sonríe aún más, se siente más tranquila al verlos juntos como si realmente se amaran.
—No es molestia, eres la madre de mi esposa.
—¡Estoy encantada con usted, señor Anderson! Así los rumores no son ciertos, vengan conmigo por favor, quiero que mis más allegados vean la bonita pareja que son ustedes, lo unidos que están.
Alice no podía evitar observar a Damián de reojo, su distinto comportamiento luego de la discusión que habían tenido. Verlo tan formal y salu