Dannan
Me sumerjo en la bañera dejando que el agua intente limpiar las múltiples emociones que me invaden en este momento. Oh Rania desearía tener tu consejo, no se que voy hacer. Ya ser la heredera Alfa de la quinta generación de la era de la Tribulación no era suficiente, para que me dieras a tu loba. A la cual no le agrado. […] Todo inicio hace seis ciclos lunares. Todos en nuestra raza somos bendecidos con nuestros lobos al cumplir nuestro décimo cuarto ciclo lunar. Aquel día estaba emocionada además de ser mi cumpleaños conocería a mi loba, antes de la era de la Tribulación solo habían existió dos Alfas hembras y las dos habían nacido en nuestra tribu. Así que daba saltos por todo el castillo, además de que toda la tribu estaba reunida en nuestra aldea. Estuve preparada y salí en la velación acompañada por mi padre y todos los miembros de mi tribu. La aldea festejaba y todo brillaba en tonos azules y blancos con peonías y cartuchos dando su perfume y exquisitez. Llegamos hasta la gruta de transformación un gran altar a orillas del río Kal, allí en medio de toda mi tribu que se unía en oraciones a la diosa, el cielo se torno plateado con ella en fase creciente como mi marca. Pero cuando estuve preparada perdí la conciencia. Cuando desperté estaba desnuda y mi padre y Doris me cubrieron con enormes sonrisas en sus rostros. —¿Qué pasó?— susurré abrumada. —¿Cómo hija, que pasa?— vi como se transformaba el rostro de mi padre. Así que mire a mi alrededor toda la tribu estaba eufórica y me miraban maravillados. Mi padre actuó rápido y me saco de allí en medio del éxtasis con la escusa de que estaba cansada. Pero no entendía mi loba no me hablaba, ni siquiera se paseaba en mi cabeza, estaba al punto de las lágrimas. —¿Qué pasa padre? ¿Por qué no puedo sentir a mi loba?— el me miró con tranquilidad. —No te preocupes mi niña tienes una loba maravillosa es majestuosa. Mis manos temblaron y las lágrimas comenzaron a brotar sin poderme contener, mi loba se había presentado ante mi tribu pero no ante mi. Con el pasar del tiempo no hubo cambios, todo lo contrario se torno peor, ya que cada vez que nuestra diosa ascendía sobre el monte Oelo, sin tener compañía de las estrellas, ella tomaba el control de mi cuerpo sin permiso previo. Comencé a entenderlo mientras pasaban los ciclos y las fases lunares. Algo que me brindaba consuelo es que a veces accedía a hablar con Eikim el lobo de mi padre. Así descubrimos que se llama Laika y había sido la loba de Rania y de nuestra primera Alfa hembra hacia más de dos mil ciclos lunares. Mi destino no iba a ser tarea fácil […] Revise todos mis vestidos en mi ropero, así que tome uno de color púrpura y corté sus mangas y los encajes que cubrían mi pecho. Si el quiere que muestre mi marca lo voy hacer. Era un desafío y me gustaba, siempre mi palabra o deseo era ley. Y el hecho de que el me desafiará me envolvía en ansiedad y excitación, era el primer lobo en decir algo en mi contra y eso me ponía al límite. Está noche se celebrara la cena y velada de entrega, así que estoy lista para seguir su juego. Ni Laika ni tu Dexter Racknaik me van a humillar. Sonreí al verme al espejo estaba preparada. Dexter El Alfa Kanay nos acompaño hasta la zona de su castillo donde se quedaría mi comitiva está noche. La cena y velada de entrega es como la despedida del Alfa de su tribu natal hacia la tribu de su pareja y la que liderará. Ya en aquella habitación, comencé a retirar las capas de tela que cubrían mi cuerpo, no dejaba de pensar en ella. Cuando cruzamos el jardín apareció en su balcón usando solo su ropa interior. No lo voy a negar me atrae. Aunque me siento culpable, me había prometido y a alguien más que lucharía contra ello, pero mi marca es más poderosa y no lo puedo controlar. De repente escucho un susurro, mi nombre en un eco que me hace tensar y pone mi piel de gallina. —¿Qué pasa? — pregunto a Raksha, que gruñe — No lo sé, creo que es ella. —Conéctame, ella te brindo el enlace. El se aleja molesto, pero me permite conectarme con ella. Y m****a*. Mi mandíbula cayó al suelo. Ella gimoteaba excitada mientras se corría susurrando mi nombre. No podía dejar de mirarla, pero ella sintió la conexión y con vergüenza la bloqueo de inmediato, no sin antes gritarme. ¿Qué está pasando? —Es el vínculo de la marca— gruño en respuesta Raksha. —Oye no me culpes. Más bien debemos averiguar está noche que sucede con su loba. El se giro y se marcho dejándome solo en mis pensamientos. Oh diosa ayúdame a sobre llevar esto. Rania me vendría bien una ayuda o respuesta. Suspiré. […] Rania D’Alyari, era la heredera Alfa de la tribu de occidente, antes de que iniciara la gran guerra y cuando ella asesino al gran Alfa de nuestra tribu, aquel día en qué la última batalla que se llevó a cabo en el centro de Pangea. No pudo con la carga de casi llegar al exterminio de nuestra raza, así que decidió también entregar su vida a los dioses y así ninguna de las tribus quedó con Alfa. Pero los dioses tenían otros planes y la daga con la sangre de nuestro Alfa, se sembró en su abdomen como la semilla de un nuevo cachorro. Y aquella tarde que surgió de las entrañas del dios Kal, y se inició esta nueva era. Se obtuvieron las primeras respuestas a nuestras oraciones, pero no sé nos darían tan fácil las cosas. […] Salí de la habitación y Derek ya me esperaba con sus dudas rondando el lugar. —¿Qué fue lo que pasó con la princesa, hermano? — no dudo en preguntar. —Tema complicado, pero mi misión es llevarla a la tribu de oriente, que procree el siguiente Alfa, y que tome el poder, para nuestro bienestar….¿No es así? El me miró con sus ceja levantada — ¿Tan mal está? —Raksha, no está feliz, pero ¿Tenemos otra opción? Derek me palmeo el hombro sabía que nunca me había agradado esto, pero era mi destino y el futuro de mi tribu dependía de mi. Así que tome aire mientras cruzamos al gran comedor junto con la comitiva y allí estaba ella junto a su padre con una sonrisa de prepotencia en su pequeño y delicado rostro. Cómo si nada hubiera pasado. Pero no pase saliva por eso, si no porque su vestido tenía un pronunciado escote que resaltaba su pecho y su marca. Diosa es perfecta ¿Por qué me haces esto? —Bienvenidos sigan— el Alfa Kanay dio un aplauso y pronto todos nos dirigimos al enorme comedor. Y pronto la danza de las criadas con las bandejas de los platillos de la cena inició. Estaba sentado a mano izquierda del Alfa y ella estaba frente a mi, y sus ojos se deslizaban sobre mi cada cierto tiempo, en especial por la parte de mi pecho que había dejado al descubierto para que mi marca de nuestra diosa en su fase menguante sobre mi pectoral izquierdo resaltará. Quería que ella lo sintiera y había funcionado, porque cada vez que sus ojos amatistas pasaban sobre ella mordía sutilmente sus labios, y eso estaba siendo una tortura para mí. Pero lo que me preocupaba era que Raksha, la miraba de vez en cuando y luego gruñía alejándose. Tendría que hallar una solución rápido o me volvería loco.