La noticia del embarazo de Aria trajo alegría al hogar de Dante, pero el mundo exterior no pausaba por felicidad personal. Con la amenaza inmediata de los Alfas Caídos eliminada, problemas más mundanos pero igualmente importantes comenzaron a surgir.
La primera disputa llegó seis meses después del sellado. Dos manadas aliadas, Río Negro y Valle Escondido, estaban al borde de la guerra por territorio de caza.
—Han cazado en nuestras tierras durante meses— el alfa de Río Negro, un lobo robusto llamado Thorne, acusaba. —Es un robo descarado.
—¡Mentiras! —El alfa de Valle Escondido, una loba feroz llamada Kira, respondía. —Esas tierras siempre han sido zona neutral. Ustedes intentan reclamarlas ilegalmente.
El consejo de alfas se reunió para mediar. Dante presidía, aunque con creciente frustración descubría que gobernar en paz era más complicado que luchar en guerra.
—Muestren evidencia— Dante solicitó. —Ambos lados.
Thorne presentó mapas antiguos mostrando las tierras como parte de Río N