Perplejo Danger no supo qué hacer, estaba confundido y nunca le había gustado ver llorar a una hembra. Se sentía terriblemente culpable y quiso consolarla así que se sentó a su lado y le abrazó.
Katryna lloró en su pecho como una niña y él solo pudo acariciar su cabello.
-Yo no me quiero alejar de ti bonita, lo prometo.
-Sí que quieres, puedo ver lo desesperado que estás por que llegue Adriano y deshacerte de mí por esa petición estúpida de Rich -dijo entre sollozos.
-Claro que no Katryn, en serio, al principio te he cuidado por Rich, sí, pero te he tomado cariño.
- ¿Lo dices en serio?
Él asintió y en ese momento llegó Bless arqueando una ceja ante la escena y se cruzó de brazos.
- ¿Llorando otra vez? -preguntó jocosa.
- ¿Otra vez?
-Sí, llora por tonterías ahora, no tengo idea de que le pasa.
Danger frunció el ceño y la vio apartarse de él.
-Ya me has prometido que no te alejarás de mi -apuntó haciendo caso omiso a Bless.
-Lo he hecho y tengo palabra -le sonrió.
Se levantó entonces y