>>> Adalet:
Él no me dio tiempo a responder, ni a procesar esas palabras…
Sus manos grandes y cálidas me tomaron por la cintura con fuerza, como si no tuviera intención de dejarme escapar, y… Me empujó suavemente hacia atrás, obligándome a recostarme sobre la roca lisa, fría y húmeda por la lluvia.
El agua resbalaba por mi piel como pequeños ríos que se unían en mis clavículas y bajaban entre mis pechos, su aroma me envolvía, y la marca de mi Alfa en mi cuello ardía, tanto como todo mi cuerpo que se derretía ante su presencia.
Mi respiración se agitó al instante, mis manos buscaron instintivamente sus hombros, fuertes, anchos… A los que me aferré sin dudarlo un maldito segundo.
—Zefor… —susurré su nombre, pero lo único que recibí fue su mirada fija, dorada, feroz… hambrienta… Tan cautivadora e irresistible, que no podía evitar sentir que me perdía en ella.
Se inclinó, sus labios rozaron mi abdomen, y en ese momento, él me hizo estremecer con un cosquilleo delicioso.
—¡Mmm!~