>>> Adalet:

—Aaah~ no… no puedo más, Alfa… —gemí entre jadeos, pero él ignoró mi súplica.

¡Por la diosa, quería marcarlo! ¡Mi loba estaba desesperada por hacerlo suyo!, pero tampoco oponía resistencia… Lo estábamos gozando a más no poder.

Sus manos subieron por mis curvas, sus labios se alejaron de mi feminidad palpitante, y comenzó a besarme el abdomen, subiendo lentamente, hasta que sus ojos se encontraron con los míos nuevamente.

Ahí estaba… ese brillo salvaje, ese deseo sin control.

Mi Alfa se incorporó, su cuerpo mojado por la lluvia se inclinó sobre el mío, y en ese momento… me comenzó a penetrar lentamente, con un empuje tan invasivo, que me hizo contener la respiración por unos segundos, sintiéndolo entrar en mí, y cómo mis paredes vaginales lo recibían con una hambre como si no hubiese tenido su amor en años… Ah, demonios… Me llenó por completo con él.

—Aaaahh~ —mis uñas se clavaron en sus hombros, sintiendo cómo cada centímetro suyo me tomaba toda.

Al principio se