Ayyyyy me encanta este capítulo! Jajaja
Leonard—¿Padre…?El impacto de la imagen, la simple visión hace que me quede totalmente paralizado.Es… es mi padre, es su rostro, es él, pero al mismo tiempo no lo parece.Vuelvo a llamarlo, pero no hay respuesta. Solo una mirada vacía… y entonces una sonrisa que no es suya.Una sonrisa perversa se forma y no necesito más para saberlo. No es él.—No… La prueba aún no ha terminado.a cámara de piedra negra me envuelve como un susurro sin eco. Cada paso que doy retumba con el peso de siglos.—Mírate —dice—. Persiguiendo una sombra como un niño con miedo a dormir solo.Su voz me impacta como cien mil cuchilladas. Hace casi un siglo que no escuchaba su voz y ver esta cosa hablando como él se siente… incorrecto.Mal.—No eres real.—le digo y puedo sentir a Alex prepararse a mi lado, a la defensiva como siempre.Mi padre me sonría con sorna y da un paso más cerca encogiéndose de hombros.—Tampoco lo es tu convicción.—contesta.Me acerco, los puños cerrados.—No tienes idea de lo fuerte
EvelynEl aire dentro de esta cueva pesa como plomo. Cada paso que doy retumba con un eco que no suena vacío… suena a juicio. A sentencia. La oscuridad avanza conmigo, pero no se manifiesta en palabras. Está callada. Observa. Espera.De hecho creo que aunque no lo admita ella misma está asustada, y no es para menos, pues esta fue su carcel por siglos y si lo que busca sale mal, si no cumplo con lo que quiere, entonces muy probablemente vuelva a serlo.Yo no pienso dejar que quede libre, si Leonard no llega a tiempo, si él no puede ayudarme, entonces yo voy a salvar al resto del mundo.Ella no va a quedar libre.Sigo avanzando, o más bien ella lo hace, pues no tengo ningún control de mi cuerpo, entonces siento que se detiene y miro lo que hay frente a mí: una pared cubierta de musgo se derrumba y revela algo que no debería estar ahí: un espejo. Alto, antiguo, tallado en huesos y raíces negras. Su superficie no refleja el túnel, ni la piedra, ni siquiera la luz que emana de mi piel en
LeonardUn caos. Un infierno viviendo.Una maldita pesadilla... Como sea que quieran llamarlo.Eso es lo que es la sala del amuleto, puedo ver a Evelyn, dominada por la oscuridad muy cerca de tomar finalmente el amuleto y si lo hace, si ella lo toma, entonces la habré perdido para siempre.Pero está luchando, puedo verlo, en la forma en que su cuerpo se retuerce, en la furia de los ojos, en la manera en que el cuerpo poco a poco se aleja del amuleto.No debe tomarlo.No voy a permitirlo, no pienso hacerlo.El fuego que queda atrás solo es el preludio del verdadero infierno que está por desatarse.Avanzo con la daga en mano, con la respiración irregular y la sangre latiendo en mis sienes. El vínculo arde dentro de mí. La siento. Alex va a mi lado, su rostro tenso, las armas listasEvelyn sigue de espaldas a mí, frente a un altar de piedra negra donde flota el amuleto. Su cabello se agita mientras se mueve con desenfreno en una lucha que aunque no puedo presenciar, sé que está pasan
LeonardLa daga se hunde en mi pecho por sí sola como si supiera exactamente a donde tiene que ir.Y el dolor… El dolor es absoluto.Desde la distancia puedo escuchar el rugido de furia de la oscuridad, el piso tiembla, el aire se vuelve viscoso, pero ya nada de eso me importa, porque yo he hecho lo que tenía que hacer.Lo he dado todo por ella y no me arrepiento.Siento como si brassas ardientes estuvieran corriendo por mis venas, el ardor me quema, me arde, me duele hasta el punto de hacerme perder la vista por segundos, es… peor que cualquier otro dolor que haya podido sentir antes.Y aunque intento mantenerme en pie, no lo consigo. Me desplomo. El espejo brilla con una luz que no es de este mundo.La oscuridad grita. Se retuerce. Evelyn también. La oscuridad chilla de una forma tan antinatural que siento que me sangran los oídos, a mi lado soy consciente de la voz de Alex, pero se siente tan lejana….Y entonces, el silencio.El aire se vuelve frío, helado, pero al mismo tiempo más
EvelynEl mundo es blanco, pero no un blanco puro o brillante. Es un blanco roto, como una niebla espesa que se arremolina a mi alrededor, flotando sin sentido. No hay suelo bajo mis pies, pero tampoco caigo. No hay cielo sobre mi cabeza, pero siento que algo me observa desde las alturas. Estoy suspendida en un lugar donde no existe el tiempo ni la gravedad. Un lugar que no reconozco.Camino sin caminar. Avanzo sin avanzar. Y entonces, de la nada, las veo.Frente a mí, aparecen las figuras. Cuatro mujeres: mi madre, a quien nunca conocí pero reconozco sin dudar; la diosa Luna, majestuosa y etérea, con su manto de estrellas; y las dos mujeres que siempre me visitaron en sueños, sus rostros serenos, sus miradas profundas.—¿Dónde estoy? —pregunto, con la voz temblorosa. Me siento pequeña frente a ellas, como una niña perdida entre gigantes.La mujer de cabellos blancos como la luz misma da un paso al frente. Es la diosa Luna. Su voz resuena como un eco que lo abarca todo.—Estás en el l
LeonardElla no ha despertado.Nos hemos ido de la m4ldita montaña, la he traído en brazos y apun asi, por más que el tiempo pasa ella sigue… dormida.No sé que demonios es lo que pasa, hice todo lo que debía, la oscuridad ya no está ¿Entonces porque no despierta?Mi lobo aúlla y chilla dentro de mí y siento como todo mi cuerpo está tenso, mis emociones al limite.Necesito que viva…Me acerco a ella y paso la yema de mis dedos por su rostro, entonces Evelyn tiembla entre mis brazos, y yo espero… espero que abra los ojos, pero eso no sucede. Sin embargo, su pulso late. Es débil, apenas una caricia bajo mi palma, pero está ahí. La tengo. Aunque no haya despertado aún, se que lo hará, tiene que hacerlo. Por fin la tengo.La noche se cierne sobre nosotros como un velo espeso. Estamos en el claro del bosque, el campamento improvisado protegido por hechizos que apenas logran contener la tensión que hierve en mi interior. Me arrodillo con ella entre mis brazos, la coloco sobre un manto y
EvelynLas emociones que siento mientras los brazos fuertes de Leonard me rodean el cuerpo son tantas, que ni siquiera sé qué empezar a asimilar primero.Me dijo que me amaba…Me dijo que soy su Luna…Me dijo que nunca me dejaria…El corazón me late tan rápido y con tanta fuerza que estoy segura de que él puede sentirlo, en especial porque estamos pecho contra pecho, pero no puedo contenerme, no puedo frenar esto que siento y cuando mi loba se remueve en mi interior, cuando ronronea dentro de mi, simplemente no puedo aguantarme más y sme arrimó más a él, sintiendo como su cuerpo está vibrando contra el mío.Sin embargo, un segundo después me doy cuenta que no es una vibración, él… él también está ronroneando. Lentamente me separo de él llevando mis ojos hacia su rostro y cuando mis ojos impactan con los suyos, siento que el aire se queda atascado en mi pecho.Sus ojos están dilatados, el deseo es tan evidente en su mirada que incluso se siente doloroso, y cuando me toca… cuando su mano
LeonardMe ha mordido.Sentir los labios de Evelyn, sus colmillos enterrados en mi piel mientras la marca se extiende por mi cuerpo es algo indescriptible.Soy suyo.Ella es mía.Y eso es algo que nada ni nadie va a destruir jamás. Voy a terminar con todo esto, voy a acabar con Ragnar y cualquier maldit4 amenaza que se presente.Luego de haber pasado toda la noche en la cima de la montaña, me pongo en pie y a mi lado veo como Evelyn, sonrosada despeinada, ojerosa hace lo mismo mientras me dedica una sonrisa, puedo notar que tiene un brillo en los ojos que nunca antes le había visto.Ella está feliz, a pesar de la m****a que tenemos encima, ella está feliz de estar aquí, conmigo, de la misma manera en que yo lo estoy.—¿Lista para enfrentar al resto del equipo?—le pregunto y aunque estoy sonriendo me encuentro nervioso.Anoche, una vez hicimos el amor, ella se acurrucó contra mi cuerpo y… lloró. Lo hizo por todas esas cosas que vio, por todo lo que la oscuridad le hizo a las personas, t