Le pedí a Javier que se fuera, que estaría en contacto con él sobre la salud de Eva y que por supuesto dejaría que viera a los niños antes de irme.
En este lugar me iba a sentir demasiado sola, además de traerme muy malos recuerdos, lo mejor era regresar a mi país, llevar a mis niños a un lugar alejado de toda esta violencia.
Regresé a la sala de espera en donde se encontraba Dominic —¿Cómo está Damián? —pregunté.
—Mis hombres se lo llevaron a un lugar seguro y tranquilo, su madre murió en el ataque.
—¿Diara? ¿Qué hacía ella allá?
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