A primeras horas del día, Michael se dirigía al este de la cuidad, hacia la empresa “Bienes raíces, Carter” Iba angustiado como no podía ser de otra forma teniendo en mente que no sabía absolutamente nada de Bethany desde hacía ya varios días. Una mujer que había adoptado como pasa tiempo sentarse en alguna banca de la plaza principal, de pronto dejó de ir. Y siendo consciente del linaje al que pertenecían su esposo y su cuñado, sus preocupaciones estaban más que justificadas. Bethany era una amenaza para los hermanos, por lo que su vida estaba condicionada. Aunque era una auténtica desconocida, Michael no podía dejar de preocuparse por ella. Vivía engañada.
Llegó a la empresa y se encomendó a sus dioses para que todo saliera bien, no solo para Bethany sino para él también. Desde el primer momento en el que pis&