98. Contando la verdad
Leonardo
La puerta se cerró detrás de Amber, y el sonido resonó por el cuarto, reverberando como un golpe. Por un instante, mi voluntad fue correr tras ella, pero el dolor físico me detuvo. El hombro latía como si fuera a explotar, recordándome que hasta el simple acto de respirar parecía una lucha.
"Perché?" La voz de mamma cortó el silencio, cargada de herida y confusión. "¿Por qué esa mujer significa tanto para ti? Mientras Martina, que siempre estuvo a tu lado, siempre fue tratada con indiferencia?"
Solté una risa amarga, más un reflejo de mi irritación que algo genuino. Aquello era absurdo. "¿Siempre a mi lado?" La miré; mi rabia desbordando. "¿De verdad cree eso? ¿Que soy tan ciego?"
"Leonardo, por favor..."
"No, mamma." Mi tono era afilado como una cuchilla. "Siempre supe quién era Martina. Siempre vi más allá de su fachada." Apreté el puño; las uñas clavándose en la palma de mi mano. "La única razón por la que me mantuve cerca de ella fue para conseguir pruebas. Y ahora que Am