58. Mi deseo
Leonardo
El peso ligero de sus dedos explorando mi pecho casi me hacía perder el control. Pero necesitaba mantenerme quieto, dejar que descubriera su propio ritmo, sus propios deseos.
"No sé qué hacer," confesó, su voz temblando levemente. "No podía..." sujeté su mano y la llevé a mis labios, mirándola.
"Haz lo que quieras," murmuré, resistiendo la voluntad que seguía creciendo. "Explora. Descubre. Siente."
La luz suave del velador creaba sombras doradas en su piel; sus cabellos rojos caían como una cortina cuando se inclinó sobre mí. Sus dedos trazaron una cicatriz antigua cerca de mi hombro.
"¿Cómo te hiciste esto?"
"Accidente de moto. Tú solías besarla cada vez que..."
Sus palabras fueron cortadas por la sensación de sus labios exactamente donde estaban sus dedos.
"¿Así?" preguntó, y pude sentir su sonrisa contra mi piel.
"Exactamente así," mi voz salió ronca. "Siempre supiste cómo provocarme, B."
"Parece surreal..." sus dedos volvieron a jugar con mi piel, mientras sus labios segu