36. Yo soy el padre de sus hijos.
— ¿Usted… que hace usted aquí?—
Preguntó Maryam molesta por lo sucedido. No entendía qué había pasado ni por qué estaba ahí el mejor amigo de Darius y mucho menos porque su pequeña decía haber encontrado a su papá.
— No cariño, este señor no es tu papá — explicó Maryam agachándose a la altura de la pequeña para que ella entendiera que se había equivocado.
— Mami, pero…— la pequeña no soltaba la mano del hombre y Maryam lo observó desde abajo con molestia, sin entender por qué tenía a su hija sujeta.
¿Es que Darius se había dado cuenta y pretendía llevársela?
— No sé que pretende, pero será mejor que se vaya — dijo Mariam poniéndose de pie de nuevo para mirar a ese hombre con semblante desafiante.
— Lo siento, no puedo irme, deberíamos hablar a solas — insistió Alí.
Maryam resopló, pero asintió, cuanto antes zanjaran aquello antes se iría ese hombre y la dejaría tranquila a ella y a sus hijos.
— Acompañame — le pidió caminando hasta su habitación, no era partidaria de meter a ningún ti