91. ¡Mami, mírame, soy una princesa!
— ¿Mi vestido, hoy?— Preguntó la joven y su suegra se giró para mirarla y asintió.
— ¿Cuándo esperabas hacerlo si no? Apenas quedan unos días para la boda y debe dar tiempo a confeccionarlo a tu gusto.
Maryam sonrió pensando en qué tipo de traje de novia le sentaría bien y su suegra la observaba mientras se llenaba de ternura ante la expresión soñadora de la chica.
Ciertamente, Maryam estuvo muy contenta con los trajes que se probaron los niños, todos a juego, en tonos color crema y con bordados azul oscuro en los niños y azul cielo en las niñas.
—¡Mami, mírame, soy una princesa!— dijo una de las niñas captando su atención mientras rodaba y su falda volaba levemente en esa vuelta.
— Están hermosas, mis pequeñas princesas — Maryam estaba tan feliz de ver a sus hijos contentos y saber que a partir de ahora todo iría bien.
—¿Yo no quiero quitarme el vestido?— aseguró la otra niña — quiero estar vestida de princesa todo el día.
La abuela que ya estaba consciente de que costaría mucho quit