CAPÍTULO 20
—Esa boa se está buscando un serio problema—murmuró Silvana un día—. Salvatore se va a poner furioso cuando descubra lo que ha dicho.
—Él sabe exactamente dónde está y qué está haciendo. Está con ella, ¿recuerdas?
—¡Sydney! Tú no puedes creer eso —protestó la chica, con una expresión sincera y escandalizada—. Tu marido no es capaz de hacer algo así, y tú lo sabes. Esa serpiente solo estaba tratando de molestarte. Eso es todo.
—Pero lo ha hecho —contestó Sydney con resignación.
Silvana movió la cabeza de un lado a otro.
—Yo sé que no. Salvatore era muy amigo de Luis, el hermano de Melanie. Él murió en un accidente y Salvatore contrató a Melanie como secretaria para ayudar a la familia. Ella siempre está aprovechándose del cariño que él sentía por su hermano y del que tiene por la madre de ella. Se da aires de eficiente e indispensable, pero ha estado a punto de hacer perder la paciencia a Salvatore, en varias ocasiones.
Los rizos casi rojos de Silvana saltaron en seña