CAPÍTULO 14
―Creo que es hora de irnos ―Juliette dijo a la ligera mientras cargaba en sus brazos a su hija.
―Ya es muy tarde, ¿Por qué no se quedan a dormir? ―la voz de Connor era baja y miraba a Juliette con profundidad.
Ella abrazó a su hija más fuerte y se negó de inmediato.
―No es necesario, además no quiero incomodarte. Será mejor que volvamos.
Lanzando una mirada fría a Juliette e ignorándola, le ordeno a una de las empleadas.
―Ve y prepara una habitación.
―Sí. ―la empleada asintió y estaba a punto de irse, pero Juliette la detuvo.
―¡No es necesario! ―ella se volvió para mirar a Connor con ojos obstinados ―Ya te dije que voy a regresar.
Había complejidad en su mirada, y Connor también vio la determinación, así que decidió no presionarla.
―Dile al chofer que prepare el auto.
Al escuchar a Connor decir esto, Juliette exhalo silenciosamente, sin embargo, había una insatisfacción en su corazón. Ella se obligó a ignorar este sentimiento y siguió al empleado a la puerta.
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