Jesua se alejó dándome paso para que entre, pero; como notó que mis piernas eran un poco torpes, me ayudó a llegar y sentarme en el sillón. Cuando se puso a hablar por teléfono, supe que hablaba con Luca por su tono de vos.
—hola corazón, ¿qué pasa?
— Flaquito está Fer en casa— le dijo con calma,
— ¿Y eso?, ¿ella está bien?
— No, esta ebria, bue muy ebria— le comentó observándome de reojo,
— Bueno, no dejes que se vaya de casa así, yo en tres horas voy para ahí.
— Bueno, flaquito te amo— se despidió con ternura,
— Yo a ti corazón.
—Son una ternurita— le dije una vez que cortó la llamada,
— ¿Perdón? — me pregunta y yo lo observo con carita de boba,
— Que son una ternurita, dan ganas de apretarle los cachetes— recalque haciendo una señal con la mano,
— Ja, ja, ja, estás fatal el día de hoy, ¿no? — me responde a las risas mientras se sienta en la mesa y prende un cigarro. En ese momento el gatito se sube en mi falda,
— Hola, mi sobrino lindo— le dije con ternur