Capítulo ciento uno: Una copa más.
Estaba tan agotada por todo lo ocurrido, el enfrentamiento con Rebecca; la injusticia de la policía, la estúpida pelea con Luisa, Matt y Steven. Todo me tenía harta, así que me escapé de los ojos de todos y me fui por ahí sola.
Luego de dar varias vueltas sin ir a ningún lugar, terminé entrando a un bar en no sé dónde, la música sonaba fuerte, y yo solo caminé hasta la barra sentándome en una de las butacas,
— ¿Qué te sirvo? — un cantinero muy agradable se dirigía a mí,
— Lo más fuerte que tengas— respondí apoyando mi cabeza en mis manos,
— A la orden, una bebida especial de la casa, para ahogar todos los males.
En unos minutos lo tenía frente a mí, lo probé de una sin pensarlo y en efecto era fuerte, un sabor como describirlo, primero dulce; luego picoso, para terminar en una pausa ardiente al pasar por tu garganta,
— Otro por favor— le dije, mientras comenzaba a buscar mi celular que sonaba en el interior de mi cartera, al mirar quién era termine apagándolo y lo volví a