Capítulo ciento cuarenta: Confirmando su traición.
— Eh Matt, ¿y si en una de esas te enteras de algo turbio? — Dilan me toma el pelo mientras viene y se sienta con nosotros,
— No bromees con eso— le digo frunciendo un poco el ceño,
— Bueno, no es para que te lo tomes a mal, aparte de eso, ¿qué? Ni que ella pudiera engañarte, está loca; pero te ama— argumenta y las risotadas de Renata comienzan,
— Que va loca no, lo que esta es totalmente insegura— añade y luego me pega un tate quieto en la cabeza,
— Y tú, porque dejas que te trate así, ¿acaso ahora perdiste la hombría en alguna parte? — vuelve a decirme satisfecha,
— ¿Era necesario el golpe mujer?
—Obvio a ver si despabilas de una jodida vez— me aclara y no hago más que lamentarme y sonreír como un idiota por su franqueza.
Estoy tan metida en mis estudios que ni siquiera me doy cuenta cuando William entro en el despacho dejando una charola a mi lado,
— Tienes que descansar un poco hija y comer algo— levanto mis ojos del libro y le sonrió,
— Tranquilo padre, estoy