Capítulo 83

Pero se detuvo después de unos pasos.

Roberto estaba ahí para ver a Julia.

Mejor mantener distancia.

Decidió no ir, pero justo entonces su teléfono vibró: era Julia.

—Estoy en mi camerino. ¿Puedes venir? —preguntó Julia.

—Sí —respondió Maya.

Eso significaba que Roberto ya no debía estar en el edificio… así que fue.

Cuando llegó al camerino personal, tocó la puerta y se quedó paralizada al ver quién estaba dentro.

Roberto estaba sentado en el sofá, piernas cruzadas, mirándola como si estuviera viendo un espectáculo.

—¿Te quedaste atorada? —preguntó él.

Maya apretó los dientes.

—¡Eres estúpida! —se reprochó internamente.

Como no vio a Julia, preguntó:

—¿Dónde está Julia?

—Recibió una llamada y tuvo que irse. Espérala aquí.

Maya no quería quedarse sola con él.

—Volveré más tarde —murmuró, dándose la vuelta.

Roberto la agarró de la mano. Su mano pequeña era demasiado fácil de capturar.

Maya estaba a punto de explotar cuando él levantó su muñeca, dejando a la vista el brazalete plateado.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP