Capítulo 96 —¡Se van a matar!
Narrador:
El médico terminó de trabajar en silencio, con las manos firmes y la frente perlada de sudor. Retiró los guantes manchados y se dirigió al Diablo con voz controlada.
—La bala entró y salió con una trayectoria limpia. No tocó ningún órgano. Ya está suturada. Lo único que necesita ahora es descansar.
Roman asintió, con la mano aún aferrada a la de Sofía. Aylin dejó escapar un suspiro entrecortado, acariciando el rostro de su hija mientras ella, agotada, cerraba los ojos.
—Descansa, mi amor. —susurró Aylin, sin soltarla —Ya pasó.
Sofía respiraba con más calma. El color regresaba lentamente a su rostro. El peligro inmediato había terminado.
Mientras tanto, en el caos exterior, Renzo no lograba recomponerse. El eco de la voz del Diablo llamándola “Sofía” y a ella llamándolo “papá”, lo había dejado helado. Apenas escuchaba los pasos, los gritos, el rugido de los motores. Se movía como un hombre aturdido, sin oír nada más.Dos de sus hombres lo agarraron