Capítulo 9 —Detrás del mito
Narrador:
La mansión estaba en silencio. Aylin se acomodó en la cama, esperando que Roman viniera, pero el reloj avanzaba y él no aparecía. Finalmente se levantó, se colocó una bata ligera y se asomó por la ventana. Allí estaba él: Roman Adler, el Diablo, sentado en la banca del jardín, con los codos apoyados en las rodillas y la mirada perdida en la oscuridad. Aylin bajó sin hacer ruido, descalza, hasta que llegó a su lado. Roman levantó la vista apenas la vio y, sin decir nada, la tomó de la mano y la atrajo hacia él, sentándola sobre su regazo. La besó en los labios con un suspiro áspero, como si necesitara de ella para respirar.
—¿Qué te pasa? —preguntó ella en voz baja, acariciándole el rostro —Se te nota lo estresado.
Roman apoyó la frente contra la suya, cerrando los ojos un instante.
—Son los gemelos. Me tienen mal. —Aylin lo miró en silencio, esperando que soltara lo que cargaba. —Sofía anda detrás del Italiano. —Su voz salió grave, pesada —Y sé l