Capítulo 88 — Un jueves distinto.
Capítulo 88 — Un jueves distinto.
Narrador:
Mateo se mantenía en el pueblo, instalado en el mismo hotel de siempre. La rutina ya no le pesaba, porque aunque no había promesas ni planes con Dinorah, había algo que lo mantenía vivo: los encuentros con ella. Se veían seguido, más de lo que cualquiera de los dos hubiera podido imaginar. No hablaban del futuro, no hacían planes, pero se reían, se besaban y se buscaban con la misma urgencia con la que dos adictos buscan su droga. Ella le había dejado claro algo desde el principio: los jueves eran intocables. Esa mesa en el restaurante, ese ritual con su difunto marido, era sagrado. No lo quería a su lado en ese lugar, y Mateo, aunque cada fibra de su cuerpo odiaba la idea, lo respetó. Era su duelo, su terreno. Pasaron las semanas. Los jueves se hicieron insoportables para él. La imaginaba sentada en esa mesa, impecable, con la mirada perdida, sosteniendo un recuerdo que no lo incluía. Y aunque aceptaba su decisión, no podía evitar sentir que