Capítulo 87 —Necesito ésto...

Narrador:

Sofía cruzó el vestíbulo con paso firme. Allí estaba Isabella, impecable como siempre, apoyada contra la baranda de la escalera, observando como si todo le perteneciera.

—Buenos días, señora Santini. —soltó Sofía con una sonrisa calculada.

Isabella giró el rostro y la miró de arriba abajo, lenta, con un desprecio tan abierto que no necesitó palabras. El estómago de Sofía se tensó. En su cabeza, la escena fue inmediata: su propia mano sacando el arma, el cañón presionándole la frente, el rostro altivo de Isabella deformado por el miedo. “Piedad”, la escuchó suplicar en su imaginación, justo antes de jalar el gatillo y ver cómo la sangre brotaba, manchando las escaleras de mármol. La visión fue tan clara que sus dedos llegaron a crisparse contra la tela de su abrigo y no pudo evitar esbozar una sonrisa. Pero respiró hondo. Sonrió como si nada y siguió de largo, guardando ese impulso en el fondo de su pecho. El despacho de Renzo la esperaba, y ese e