Capítulo 33 —¿Jefa?
Narrador:
Sofía estacionó el coche en la entrada del edificio y, antes de apagar el motor, se quedó un instante con las manos en el volante. El cuero aún guardaba el calor de Renzo, su olor impregnado en el interior. Apretó los labios y negó con la cabeza.
—Basta… —murmuró, como si pudiera sacudirse cada rastro de él.
Tomó las llaves, salió y cruzó el hall con pasos rápidos. El ascensor la subió en silencio hasta su piso. Apenas la puerta del apartamento se cerró tras de sí, soltó un largo suspiro y dejó caer las llaves sobre la mesa. Se quitó la chaqueta con un gesto brusco, después la sobaquera con las pistolas, que dejó sobre el respaldo del sofá. Cayó en el sillón, con las piernas abiertas y los codos en las rodillas. Se frotó el rostro con las manos, arrastrándolas hacia atrás.
—¿Qué carajos estoy haciendo? —se dijo a sí misma, con la voz ronca.
Sacó el elástico de su coleta y liberó el cabello, sacudiéndolo con rabia. El gesto la alivió apenas. Se inclinó